Texto: Hugo León
El pronóstico oficial del Instituto de Meteorología de Cuba prevé la formación de 11 ciclones tropicales y unos cinco huracanes en la venidera temporada ciclónica en la isla, que iniciará el próximo primero de junio y se extenderá hasta el 30 de noviembre.
Los especialistas de la institución indican que se trata de una temporada normal o poco activa, no obstante, el recuerdo cercano del paso de Ian por territorio occidental y las horas que le siguieron, sin electricidad en toda Cuba, constituye un llamado de alerta.
Entre los 11 ciclones tropicales previstos se cuentan las tormentas tropicales más los huracanes, y cinco podrían alcanzar la categoría de huracán. El resto de los fenómenos hidrometeorológicos en espacios geográficos adyacentes no se cuenta en esta predicción,
El modelo de pronósticos indica que siete de estos fenómenos meteorológicos se formarán en el Océano Atlántico, dos en el mar Caribe y otros dos en el Golfo de México.
Uno de los elementos que impulsa la formación y desarrollo de los ciclones tropicales en la cuenca atlántica es la calidez de la temperatura en la franja tropical del Atlántico Norte y el mar Caribe, y como entre los meses de enero y marzo la temperatura superficial fue más alta de lo normal y se prevé esta misma situación durante la temporada ciclónica, puede esperarse bastante actividad en la zona.
La mayor incertidumbre para esta temporada ciclónica, de acuerdo con los especialistas, radica en la intensidad que será capaz de alcanzar el evento ENOS (El Niño-Oscilación del Sur).
Según el Instituto de Meteorología, la posibilidad de que Cuba sea afectada al menos por un ciclón tropical con categoría de huracán es del 35 por ciento.
Este tipo de evento atmosférico, ante los cuales Cuba tiene experiencia en su enfrentamiento y mitigación, supone un reto para la ya deteriorada economía cubana y el fondo poblacional, todavía sin recuperarse totalmente de ciclones anteriores por el incumplimiento en los planes constructivos.
