Fotos: Cuba Noticias 360
Texto: Héctor García Torres
Felicidades, Habana, 505 años se dicen fácilmente pero tú que los has vivido ya, bien sabes cuánto significa. Hoy cumples años, vieja amiga, y difícilmente hubiera podido dejar que pasara el día sin escribirte, porque aunque muchos de tus hijos estemos lejos, en tu aniversario nos acordamos especialmente de ti.
Habana, no lo dudes, la distancia que te separa de muchos, no ha borrado tus huellas. Al contrario, has de saber que eres protagonista de sueños, de poemas, de películas y novelas, y que muchas canciones te inmortalizan. Has de saber también que quien te vivió, habla de ti con nostalgia, y con un cierto cariño que incluso llega a ser difícil de entender por quienes no te han conocido.
¿Qué se puede decir de ti que no suene ya común? Eres muchas cosas al mismo tiempo: alegría y melancolía, risa y lágrima nostálgica, belleza y caos. Eres como esa amiga íntima que lo ha vivido todo y a la que uno no puede juzgar, porque en el fondo sabe que cada grieta en su piel y cada arruga en su rostro es testimonio de una historia difícil pero llena de vida.
Eres una ciudad única, Habana, 505 años y contando, y has conocido de todo: tiempos buenos, tiempos malos, tiempos peores; gente buena, gente mala, y por supuesto, aprovechados y usurpadores, pero has estado ahí, para todos.
No te imaginas cuánto se extrañan tu Malecón y las noches de charlas interminables en tus calles. Te sorprendería saber que la gente habla de ti como si de algo sacrosanto se tratara, y hay tantos que queremos un futuro mejor para ti, que si nuestros sueños se cumplen, vivirás mil años más, recuperarás tu esplendor de antaño y serás todavía más bella.
Sí Habana, esta es sólo una carta de las miles que te escriben hoy tus hijos, los mismos que bajo tu falda jugamos a las bolas en la calle o nos escapamos un día para bañarnos en el Malecón. Y es una carta de alguien que quiere verte sanar, que quiere imaginarse que tus niños de hoy y de mañana correrán de nuevo descalzos por tus parques, con la tranquilidad que lo hicimos muchos hace 20 años.
Quien firma quiere que tu gente, mi gente, no tenga ya más que partir para buscar lo que tú no puedes ofrecerles hoy porque el verdeolivo te cortó las alas.
Sabe también este hijo tuyo que casi te han abandonado a tu suerte; que las calles pequeñas y coloridas que enamoraron a muchos ahora lucen un poco vacías y despintadas mientras tratan de engalanarte con hoteles enormes y ridículamente fastuosos que no sólo no van contigo, sino que no son ni para ti, ni para quienes te quieren de verdad.
Pero qué se le va a hacer… mejor no hablar de más cosas tristes en tu cumpleaños. Mejor recordar todo en lo que tú fuiste la primera, mejor brindar por ti, Habana, por tu gente, por tu alma indestructible, por ese pedazo de ti que vive en cada uno de tus hijos, estemos donde estemos.
Feliz aniversario, Habana, brindo con la esperanza de que un día podamos celebrar tus cumpleaños no sólo con nostalgia, sino con la alegría de verte florecer como siempre mereciste.
