Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: RL Hevia
Hace unos días medios estatales informaban sobre la incautación por parte de las autoridades de la droga sintética conocida como «el químico» en el municipio capitalino de Marianao, una de las sustancias más consumidas por los jóvenes cubano a los ojos de todos y ante la acción de pocos.
Asimismo, “se solicitó una condena de 15 años para dos ciudadanos extranjeros por delitos vinculados a drogas ilícitas o sustancias de efectos similares, ambos portaban cocaína en sus cuerpos y fueron detectados en el aeropuerto internacional José Martí y se impuso una sanción de más de 10 años a un ciudadano que tenía consigo un paquete de marihuana”.
Solo en 2023 se detectaron 43 casos de narcotráfico en el Aeropuerto Internacional José Martí y ya se registran 20 en lo que va de año siendo las drogas más detectadas e incautadas se encuentran la cocaína, la marihuana y el cannabinoide sintético procedente, fundamentalmente, de Estados Unidos.
Desde la propia Aduana reconocieron que los modus operandi y las formas de ocultamiento son cada vez más diversos y sofisticados dentro del cuerpo o mezclado con alimentos.
En medio de una situación alarmante con las drogas donde el consumo se va volviendo, hasta cierto punto, un estilo de vida en grupos poblacionales desde los 13 años, la Aduana busca redoblar los controles con “las fuerzas especializadas y los medios técnicos, en correspondencia con los estándares internacionales”.
El jefe de la Aduana del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana retomó el tema de las mulas que traen mercancía sin conocimiento sobre lo que trasladan, por lo que si son detectados con drogas pueden ser sancionados penalmente.
En Cuba, además de las drogas, refieren otros casos que se dan en frontera como el tráfico de divisas, del patrimonio natural y cultural. Lo cierto es que la realidad del consumo de drogas en el país está latente y es preocupante, por lo que resulta imperante que el Gobierno cubano actúe con mayor fuerza. El control en la frontera debe ser más efectivo, de los “fallos” que tenga la Aduana depende, aunque no lo parezca, la vida de muchos.