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Texto: Redacción Cuba Noticias 360
La Federación Internacional de Natación (FINA) emitió una nueva política que prohibe la participación de atletas transgénero en eventos femeninos.
La FINA propuso crear una “categoría de competencia abierta” y según la nueva “política de inclusión de género” de ese organismo, solo podrán participar aquellas nadadoras que hicieron la transición antes de los 12 años.
James Pearce, portavoz del presidente de la FINA, aclaró que “esto no quiere decir que se aliente a las personas a hacer la transición a la edad de 12 años. Es lo que dicen los científicos, que si haces la transición después del comienzo de la pubertad, tienes una ventaja, lo cual es injusto”.
Pearce aseguró que actualmente no hay mujeres transgénero compitiendo en los niveles de élite de la natación.
Por su parte, la FINA aseveró que se estaba creando “un grupo de trabajo que pasará los próximos seis meses buscando las formas más efectivas de establecer esta nueva categoría”.
La nueva política entrará en vigor este lunes y fue votada por un 71.5% durante un congreso general extraordinario de la FINA.
La votación se realizó después de las presentaciones de algunos especialistas que trabajaron bajo recomendaciones del Comité Olímpico Internacional, el cual instó a cambiar el enfoque de los niveles individuales de testosterona y pidió evidencia para demostrar cuándo existía una ventaja en el rendimiento.
El portavoz de la FINA agregó que “nadie sabe muy bien cómo va a funcionar esto. Y necesitamos incluir a muchas personas diferentes, incluidos atletas transgénero, para determinar cómo funcionaría”.
Esta decisión de la FINA llega luego de varias polémicas relacionadas con el tema. La más mediática fue la de la nadadora estadounidense Lia Thomas, quien el pasado marzo, se convirtió en la primera mujer transgénero en ganar el campeonato de la Asociación Nacional Deportiva Universitaria de EE.UU.
Thomas, de 22 años, compitió durante tres años en los torneos masculinos hasta que en 2018 argumentó que se percató de ser transexual.
“Había mucha incertidumbre. No sabía qué podía hacer. Decidí nadar esa temporada como hombre, sin salir del armario, y eso me causó mucha angustia. Luché, mi salud mental no era muy buena. Sufrí mucha inquietud y me sentí atrapada en mi cuerpo. Fue cuando decidí que había llegado el momento de comenzar mi transición”, declaró a EFE.
En 2019 comenzó el tratamiento hormonal, aunque continuó en la categoría masculina por un tiempo hasta que la Asociación Nacional Deportiva Universitaria aprobó su expediente y permitió su traslado al equipo femenino.
