Foto: Vatican News
Texto: Hugo León
Decenas de miles de peregrinos de todo el mundo han visitado en estos días la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, para despedir al Papa emérito Benedicto XVI, recientemente fallecido.
De acuerdo con la oficina de prensa de la Santa Sede, en las primeras horas de duelo pasaron ante el cuerpo del otrora Sumo Pontífice alrededor de 40 mil personas, mientras la delegación del Gobierno en Roma esperaba unos 35 mil durante todo el día.
El cuerpo de Joseph Ratzinger yace vestido con el atuendo pontificio rojo, blanco y dorado, a los pies del Altar de la Confesión y del baldaquino de Bernini, sobre el lugar en el que según la tradición católica fue sepultado San Pedro.
Las personas podrán visitar la capilla ardiente hasta el jueves, para presentar sus respetos y oraciones. Entretanto, medios internacionales destacan que ya más de 100 mil personas han acudido al lugar, citando datos de la Gendarmería del Vaticano.
El propio jueves se celebrará el funeral en la plaza de San Pedro, ceremonia que presidirá el Papa Francisco, lo cual lo convertirá en el primero en asistir al funeral de su predecesor al menos en los últimos 600 años, pues Benedicto XVI fue el primer papa en dimitir de su puesto y no cesar en él por su fallecimiento.
Después de eso, Benedicto XVI será enterrado en la cripta de la Basílica, donde reposará junto a los cuerpos de los anteriores líderes de la Iglesia católica.
Según el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, el fallecido papa solicitó en vida que cualquier ceremonia luego de su fallecimiento fuera sencilla.
No obstante, en cualquier caso no se trataría de una ceremonia papal como las habituales tras el fallecimiento de un pontífice, sino de un pontífice emérito, que se espera sea más sencilla y sobria, amén de las modificaciones en su ritual y protocolos, por tener la Iglesia un Papa en activo.
Joseph Ratzinger, quien fue el primer Papa alemán en cerca de mil años, falleció el pasado 31 de diciembre tras una semana en la que su estado de salud empeoró.
Una de las novedades de su fallecimiento es que no iniciará un proceso de cónclave para elegir a un nuevo Papa.
