Foto: Reuters
Texto: Hugo León
Washington anunció este martes un nuevo plan para cancelar las solicitudes de asilo a los inmigrantes que crucen su frontera sin antes haber intentado recibir el mismo beneficio en los países por los cuales transitaron en su travesía hacia Estados Unidos.
La medida, que también aplica para los cubanos, cambia por completo las reglas del juego para quienes todavía se arriesgan a hacer el viaje y para los cubanos varados en México que pretendían llegar a los puestos fronterizos estadounidenses y pedir asilo político.
Esta normativa pretende evitar el aumento de la inmigración irregular por la frontera de Estados Unidos con México en caso del levantamiento del llamado Título 42, que en teoría restringe la entrada de personas a la nación norteña por motivos de salud relacionados con la pandemia.
De acuerdo con medios locales estadounidenses la medida fue emitida por los departamentos de Justicia y de Seguridad Nacional y tiene carácter temporal, de hasta dos años.
El plan entraría en vigor cuando concluya la aplicación del Título 42, algo que podría ocurrir en los próximos meses.
De acuerdo con Washington, la normativa propuesta animaría a los inmigrantes a usar vías legales, seguras y ordenadas para entrar en Estados Unidos o a solicitar asilo u otro tipo de protección en los países por los que viajan.
Esto, afirman, reduciría también la dependencia de los inmigrantes de las redes de contrabando de personas que explotan a los inmigrantes con fines lucrativos.
Teniendo en cuenta lo que plantea el texto, los cubanos que hicieron o todavía hacen el recorrido desde Nicaragua hasta México, para luego solicitar asilo en Estados Unidos, no son elegibles para este beneficio, pues para pedirlo deberían documentar que hicieron este trámite antes en las otras naciones por las cuales viajaron para llegar allá.
La propuesta agrega a las políticas de inmigración de Estados Unidos una “presunción refutable de inelegibilidad de asilo” para quienes no cumplan con los mencionados requisitos.
Bajo esta premisa, las autoridades fronterizas tendrían la potestad para deportar a quienes cruzan la frontera para pedir asilo sin cumplir esta norma.
Con esta ley, Biden refuerza su política migratoria, duramente criticada por los republicanos a lo largo de todo su mandato, con énfasis en el último año, en el cual se rompió el récord de inmigrantes por la frontera sur de Estados Unidos y países como Cuba protagonizaron un éxodo sin precedentes hacia la nación norteña.
Desde Washington aseguran que la nueva medida complementa el programa de parole humanitario, anunciado el 6 de enero último para Cuba, Haití y Nicaragua, y algunos meses antes para Venezuela.
