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Texto: Manolo Vázquez
El atletismo será uno de los deportes que en mayor cuantía nos representará en los venideros Juegos Olímpicos de Tokio 2020, a celebrarse este verano. Son 19 los clasificados para la cita bajo los cinco aros.
Pisarán la grama del estadio olímpico en la tierra del sol naciente el saltador de longitud Juan Miguel Echevarría y la triplista Liadagmis Povea. También la pertiguista Yarisley Silva y las discóbolas Yaimé Pérez y Denia Caballero. Igualmente, lo harán los saltadores de triple en la rama masculina Jordan Díaz, Andy Díaz y Cristian Nápoles; la ochocentista Rose Mary Almanza; Zuriam Hechavarría en los 400 metros con vallas y el saltador de altura Luis Enrique Zayas. Asimismo, los saltadores de largo Lester Lescay y Maikel Massó, y la triplista Davisleydis Velazco.
Recientemente, en el mes de mayo, la posta femenina de 4X400 se hizo de un lugar cuando consiguieron la medalla de oro en el Campeonato Mundial de Relevos efectuado en Silesia, donde la cuarteta integrada por Zurian Hechavarría, Rose Mary Almanza, Lisneidy Veitía y Roxana Gómez dejó atrás a sus rivales en la pista de esa ciudad polaca.
Por último, sacó su pasaje para la capital nipona la carismática heptatlonista Yorgelis Rodríguez, quien lo hizo durante la última confrontación nacional desarrollada este fin de semana en el Estadio Panamericano de La Habana, que cerró un ciclo de cinco reuniones de atletas en busca de marcas olímpicas.
Las opciones para quienes no se incluyeron hasta la fecha en el listado de los clasificados a Tokio son bien escasas, pues deben esperar por las cuotas de los demás competidores internacionales que en otras latitudes buscarán durante los próximos siete días –últimos para hacerlo– las marcas exigidas en cada una de las disciplinas del deporte rey. Por tanto, otros aspirantes por Cuba solo viajarían a Tokio si sus registros, aunque por debajo de la norma exigida, no son superados por otros contrincantes, algo que resulta bien difícil.
No obstante, aunque se lee extensa y diversa la lista de los criollos, es justo también destacar que las opciones más claras de podio están solo en especialidades como el lanzamiento del disco para mujeres y el salto de longitud masculino, donde veremos competir con la elástica de las cuatro letras a figuras líderes del ranking mundial. Tales son los casos de las discóbolas Yaimé Pérez y Denia Caballero, quienes han conocido podios panamericanos, mundiales y hasta olímpicos. Con el disco en la mano, ambas han puesto a Cuba en lo más alto en todo tipo de escenarios. Similar ocurre con el saltador de largo Juan Miguel Echevarría, una de las principales cartas de triunfo de la delegación, campeón mundial bajo techo de Birmingham 2018 y medallista de bronce del planeta en Doha 2019, y también con resultados alentadores durante las últimas competiciones, sobre todo en los mítines del Viejo Continente, donde ha liderado en cada una de las paradas de la presente temporada.
Por ello, los últimos atletas mencionados son parte y causa inseparable de la constante que manejan los directivos del Inder en el país, de ubicarnos entre los primeros 20 países, en la siempre obsesiva tabla general de medallas, que ha quitado el sueño a más de uno al cierre de cada jornada en citas estivales precedentes.
Pero bueno, la idea debe ser siempre que disfrutemos del deporte y también de nuestros atletas, mientras los tengamos, y si la televisión nacional nos regala el gusto de cubrir los eventos donde estén envueltos, sin que los derechos de transmisión sean un asunto doloroso para el presupuesto de esa empresa estatal.
Ganen o pierdan, al menos el atletismo ha conseguido sumar una cantidad importante de nombres para que, además de cenar sushi, sustituyan a los inexistentes –para Cuba– deportes colectivos, entre los que destaca la ausencia del béisbol de la isla, por primera vez fuera de una cita olímpica desde que se lanzara la primera bola bajo la sombra de los cinco aros en Barcelona 1992.
