Fotos: Jorge Luis Baños | CN360
Texto: Hugo León
Jueves, 10:30 pm: Ernesto tuvo que llevar a su esposa al Cupet donde duerme desde hace dos noches porque su señora no creía lo que él le contaba y el matrimonio se iba a bolina. Su caso es sólo uno más de los cientos de choferes que hace un par de semanas hacen hasta lo imposible por comprar algo de combustible para sus carros.
Lo que sucede en los servicentros de La Habana por estos días no tiene nada que envidiarle a las novelas de Carpentier, quien acuñó el término “real maravilloso”. No sería exagerado decir que si Carpentier estuviera vivo en estos momentos los textos del prodigioso escritor hubieran sido todavía más irreales para cualquier otra persona nacida fuera de la isla.
Al principio fue difícil creerle a Ernesto que la gente jugara dominó de madrugada para pasar el tiempo en las colas, así que un equipo de Cuba Noticias 360 pasó por un par de Cupets la noche del jueves y efectivamente, allí estaban las mesas de dominó y las personas, con caras de cansancio y obstinación, pero pendientes al juego.
Es curioso que el combustible se haya acabado después de las elecciones, pero no antes, concluyó uno de los choferes que conversó con este medio. ”Curioso o planificado, usted llámelo como quiera”, terminó diciendo.
La situación en La Habana es el reflejo de lo que sucede en todo el país: la escasez de combustible se suma a los problemas del día a día. Pero como en la capital hay muchos más carros que en otras provincias en este territorio las colas son más largas y el problema se vuelve más visible.
En redes sociales se cuentan por decenas las publicaciones alertando sobre la situación y quejándose sobre ella, y también señalando su incidencia en el transporte en general, con las calles más transitadas prácticamente vacías sin importar el día de la semana o que sea horario pico de la jornada.
En fechas recientes el Gobierno provincial de la capital propuso varias medidas para responder a la demanda de combustible de los transportistas privados, pero dichas disposiciones no consisten en aumentar la oferta de petróleo y gasolina, sino en regular dónde se vende y a quién, dependiendo del servicentro.
Las autoridades de La Habana ordenaron que solamente cuatro Cupets dispensen combustible a estos cuentapropistas, uno en cada punto cardinal de la ciudad. Con apenas cuatro servicentros cumpliendo estas funciones y los miles de carros que trabajan como taxis, estaba claro que las colas serían tan largas como las que se observan a diario.
Los más afortunados y precavidos compraron cientos de litros de petróleo o gasolina en las semanas previas a esta nueva crisis mientras su bolsillo se los permitió, pero ellos también están en estas colas porque “de donde uno saca y saca, y no repone, se acaba”.
Entretanto, en los Cupet la orden es vender solo el combustible que quepa en el tanque del vehículo. No se dispensa petróleo en recipientes extra así que los choferes tienen que ir obligatoriamente con su moto o carro a buscarlo, es por esa razón que hasta estos lugares han llegado personas que simplemente no pueden irse porque ya están “en cero” y su única alternativa sería empujar el vehículo.
La lista del Cupet de G y 25, en el Vedado, pasa del número tres mil y, según los propios choferes, ni siquiera tienen la seguridad de que se vaya a vender suficiente combustible para todos. Algunos temen que deban esperar a la siguiente vuelta, que puede ser en una semana. Si es así, estarán una semana en la cola, durmiendo en su carro.
¿Volverán las bicicletas a ser las dueñas en las calles de Cuba? ¿Quién le venderá petróleo al país si no hay dinero para pagar? ¿Regresarán los apagones programados por esta misma falta de combustible?… A las conversaciones entre los choferes que hacen cola en los Cupet por estos días hay que prestarles atención, porque entre partido y partido de dominó, también se vende café y con cada sorbo de esa infusión indispensable para el cubano surgen preguntas que bien alcanzan para nuevos artículos, sea en la prensa estatal o en la no oficial.
Peor imposible….. Y cada día peor
No solo en C. Habana es la crisis, visiten el resto de las provincias, si pueden y verán desastres. Y sin información oficial de autoridad alguna, cómo si no pasara nada, todo está bien al parecer.
Es increible lo que nos afecta a todos el problema del transporte y eso q yo no tengo carro pero paso trabajo para coger uno y trasladarme sin hablar de los.precios que se han excedido por la falta de petroleo ejemplo de la habana a santiago de las vegas ya son 200 pesos en un solo viaje o sea si viras que es lo obvio ya son 400 pesos en un dia sin contar si debes coger otro transporte despues en un dia de viaje yo en lo personal me gasto 600 a 800 pesos un gran porciento de un salario de un cubano de a pie. Es entendible q pasen mucho trabajo en las colas y hasta dias en una entiendo lo molesto q llega a ser pero cargamos las culpas los clientes de servicios de taxi. Y bicicleta el.q pueda acceder si una esta de 30 mil a 40 mil pesos ni hablar el q pueda felicidades.