Foto: Sputnik Mundo
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
El incendio forestal de grandes proporciones iniciado el pasado 16 de abril en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt era la emergencia ambiental de las últimas semanas en Cuba, llenando titulares de medios de prensa nacional y extranjeros.
Casi dos semanas después, la Unidad de Servicios Ambientales, entidad encargada de la protección de este Sitio Natural de Patrimonio Mundial, reporta como “prácticamente extinguido” el preocupante desastre.
El subdirector de esa institución, Gerardo Begué-Quiala, dijo a medios nacionales que las fuerzas contra incendio lograron controlar la propagación del fuego.
Entre los recursos movilizados citó helicópteros, buldócer y camiones cisterna, aunque buena parte del trabajo hubo que hacerla a pie debido a lo intricado del lugar y su relieve agreste, que impidieron el avance de las técnicas pesadas.
De acuerdo con el funcionario, aún quedan pequeños focos remanentes ardiendo, pero dentro de polígonos bajo control en Moa, Ojito de Agua y Cayo Fortuna.
Si bien ya no constituyen una amenaza, no es prudente descuidarlos pues con las altas temperaturas, la sequía, el aire, y las raíces y árboles soterrados que aún arden, pueden volver a crecer, aclaró.
El siniestro comenzó entre las localidades de Cayo Probado y Alto de Cruzata, en Moa, provincia de Holguín.
Poco a poco se fue avivando por el viento y los grandes volúmenes de material combustible natural en la zona.
Esto hizo que el fuego se extendiera unos 500 metros más, hacia el territorio de Yateras, en la provincia de Guantánamo.
Se estima que más de un centenar de personas trabajaron diariamente en el incendio, el más grande de la historia de este Parque Nacional.
Aún no se determinan las causas del incendio, ni los responsables.
