Texto: Alejandro Varela
La pregunta, lanzada así al aire, parece sencilla. Hace seis meses concluyó la edición 60 de los clásicos beisboleros cubanos y el actual año se aproxima a su final, con una inminente reapertura de las cuestiones básicas de la sociedad, el deporte incluido.
Entonces, ¿por qué a esta altura aún se desconoce la fecha para el inicio del principal entretenimiento popular de los cubanos? Algunas respuestas revolotean por estos días, pero, como es costumbre en Cuba, no hay ninguna información oficial a la vista hasta que se decida que es conveniente anunciarlo.
El tema saltó a la palestra pública esta semana cuando de golpe y porrazo el periodista y narrador de Radio Rebelde, Dulier Reyes, reveló en su perfil de Facebook que el certamen iba a comenzar en la tercera semana de enero, según apuntó el mismísimo presidente del Inder, Osvaldo Vento, en un recorrido de trabajo por Guantánamo.
Realmente, Reyes se hizo eco de la información de otro colega de ese territorio oriental, Gerardo Terrado, quien a todas luces cometió una indiscreción en busca de que su medio, su nombre, o su provincia, salieran en el mapa con una noticia de impacto nacional.
La palabra indiscreción es clave aquí, porque parece que fue exactamente lo que realizó Terrado al informar sobre un asunto que excede sus competencias. Un asunto que no ha sido confirmado por las propias autoridades del Inder, o por los medios oficiales de la isla, que siempre esperan por la venia de arriba en casos así.
Ni el periódico Jit, órgano oficial del Inder; o Pavel Otero en el Noticiero Estelar de la Televisión Cubana, o Guillermo Rodríguez de Radio Rebelde -estos dos, periodistas con notable acceso a fuentes oficiales-, han comentado sobre el tema en sus espacios. Lo que permite ver que, aunque es muy probable que la fecha sea correcta, porque al final lo dijo el propio Vento, el anuncio oficial debe llevarse a cabo de otra forma, y no a través de la inocente filtración de un periodista de provincia.
Sin embargo, pese a los arcaicos procedimientos archiconocidos de las instituciones cubanas, el día D para la 61 Serie Nacional parece ser una realidad, más específicamente el 22 de enero, un fecha que señalan algunos medios alternativos que citan a la Agencia Cubana de Noticias, pero que en el sitio de esta no aparece. Quizás la información estaba y la mandaron a quitar
Misterios, procederes y burocracia aparte, el hecho de que el campeonato cubano vaya a comenzar en enero, trae consigo que los entrenamientos de pretemporada estén al arrancar, porque los peloteros deben tener al menos dos meses de preparación para llegar en óptima forma al certamen.
Aunque tampoco se ha oficializado la estructura, cantidad de partidos y otras cuestiones técnicas imprescindibles, hace unos días el nuevo el director técnico de la Comisión Nacional, Ricardo Eizmendi, ofreció declaraciones en las que señaló que todos los equipos tendrán ocho semanas de preparación previas a la competencia y que la temporada será idéntica a la anterior, con 75 juegos.
Por otra parte, el recién nombrado Comisionado Nacional, Juan Reinaldo Pérez Pardo, quien cubre la vacante dejada por Ernesto Reynoso Piñeira, lamentablemente fallecido el 27 de abril, a consecuencia de la Covid-19, brindó una entrevista en la que la puntualizó que se mantiene la misma decisión de que los peloteros que hayan abandonado delegaciones oficiales no podrán jugar en las series nacionales.
Asimismo, el otrora directivo principal del softbol en Cuba, declaró que le gustaría rescatar algunos de los certámenes que antes se efectuaban; pero también hay que tener en cuenta distintos elementos, entre ellos la celebración de eventos internacionales, la pandemia y los recursos de que disponga el país.
Y de esa última frase se puede sacar gran parte de lo que le depara al béisbol cubano y la propia Serie Nacional en el año próximo, pues las capacidades logísticas serán medulares para la celebración de un torneo con la calidad requerida.
Si bien la Serie 60 evidenció algunas mejoras al respecto, al menos en materia de imagen, la situación económica de Cuba se encuentra actualmente en un punto crítico y destinar grandes sumas de dinero y recursos para un evento deportivo que no siempre arroja el espectáculo esperado, pueden encontrar varias voces en contra.
Por eso, quizás, es que existe la demora en anunciar una fecha que evidentemente ya está planificada, pero que espera el visto bueno del gobierno. Un gobierno que a su vez espera que la situación sanitaria siga mejorando hasta alcanzar los niveles en que la opinión pública acepte hablar nuevamente de una Serie Nacional.
