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Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Por tercer año consecutivo, una delegación cubana participó en la Feria Internacional especializada en frutas, hortalizas y sus cadenas de suministros “Macfrut 2022”, donde mostró sus avances en este renglón productivo.
La ciudad italiana de Rímini acogió el evento, al que asistieron representantes de centros de investigación, proyectos y empresas de varios sectores de la agroindustria cubana, indicó un comunicado de la misión diplomática cubana en esa nación europea.
El Grupo Empresarial Agrícola, la Cámara de Comercio de Cuba, el Instituto de Investigación en Fruticultura Tropical y las empresas Comercializadora Cítricos Caribe S.A., Agroindustrial Victoria de Girón, Agroindustrial Ceballos, la Entidad de Ciencia, Tecnología e Innovación Sierra Maestra y algunas cooperativas mostraron sus productos en la cita de negocios.
De acuerdo con la embajada cubana en Italia, la presencia de Cuba es una oportunidad para exhibir y dar a conocer las diversas variedades de frutas tropicales producidas en el país.
Sin embargo, la variedad y calidad que pudiera mostrar la presentación cubana dista de las hortalizas y frutas que se pueden encontrar generalmente en los mercados del país caribeño, donde los precios de estos alimentos continúan en aumento y son difíciles de encontrar.
La Mayor de las Antillas es reconocida en todo el mundo por sus suelos fértiles y la incomparable calidad de los productos del agro que estos pueden brindar. El problema es acceder a ellos a consecuencia de los efectos negativos del llamado “reordenamiento” que comenzó el primero de enero de 2021, entre otras causas.
El aumento de los salarios no estuvo balanceado con el aumento de los precios de productos y servicios debido a la elevada inflación que sufre el país, por lo que el salario promedio de la nación (por debajo de los tres mil pesos) no alcanza para cubrir todos los gastos que supondría apra una familia mantener una dieta abundante y variada de frutas, viandas, hortalizas y vegetales.
Los efectos de la pandemia de Covid-19 en la economía agravaron todavía más este problema, y la conocida crisis de productividad impide que la oferta sea tan abundante como para que los precios bajen sustancialmente.
En La Habana, capital de Cuba, una libra de tomates ronda los 30 pesos cubanos, mientras que esa misma cantidad de pepinos, boniatos, yuca o col pasa de 20 pesos y la malanga, entretanto, pasa de 50 pesos, comprobó un equipo de Cuba Noticias 360.
Limones, mangos y guayabas rozan los mismos precios, y el desabastecimiento es evidente en la mayoría de los pequeños puestos de venta donde antes se podían comprar más cosas, recuerdan los habaneros.
Actualmente según datos oficiales, Cuba, pese a tener una envidiable capacidad agrícola en sus campos, importa cerca del 60 por ciento de los alimentos que consume, con un costo superior a los dos mil millones de dólares. Esta realidad impacta a todos los consumidores, aquellos que prefieren una dieta balanceada y a los que han optado por ser vegetarianos o veganos en el país.
