Foto: Asociación de Fútbol de Cuba
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Por primera vez en el lapso de un mes selecciones cubanas absolutas de dos deportes, actúan a una relativa poca distancia de Miami.
Tras la participación cubana en el Torneo Preolímpico de Béisbol de las Américas, a principios de mayo en los condados de Palm Beach y St Lucie, se concreta otro viaje de un equipo cubano, el de fútbol, que jugará por el pase a la Copa Oro de Concacaf en Fort Lauderdale, en la sede temporal del club de la MLS, Inter de Miami.
Cuba jugará este sábado tres de julio contra Guayana Francesa que venció a los cubanos 3-0 en 2016 en la Copa del Caribe, en el último enfrentamiento oficial entre ambos.
El ganador de este partido jugaría tres días después ante el vencedor del Trinidad y Tobago –Monserrat y el que salga airoso habrá asegurado una plaza para el Grupo A de la Copa Oro en diversas ciudades de Estados Unidos, junto a México, Curazao y El Salvador, cuyas acciones comienzan el 10 de julio.
Unos 50 minutos en auto separan a Fort Lauderdale de Miami, por lo que se espera que numerosos aficionados cubanos alienten a la selección como ocurrió con la de béisbol que pareció jugar en el estadio Latinoamericano.
Cuba aterrizará en Miami desde Nicaragua donde gestionó su visado. Previamente había desarrollado en Guatemala su base de preparación por varios días luego de cumplir la segunda y última parte de su participación en las eliminatorias para el Mundial de Qatar 2022.
Tras dos derrotas ante Curazao –ganador de la llave- y Guatemala en marzo, Cuba consiguió en junio las pronosticadas victorias ante Islas Vírgenes Británicas y San Vicente y Las Granadinas, con un equipo que contó por primera vez con jugadores de origen cubano radicados en el extranjero, algunos formados en la Isla y otros crecidos en canchas foráneas, los que se unieron a los contratados en el exterior a través del INDER y a los seleccionados en el campeonato nacional.
En Fort Lauderdale, Cuba inscribió a 23 jugadores, 19 de ellos en plantillas de ligas extranjeras y otros cuatro procedentes del torneo doméstico cubano, lo que podría proporcionarle al director técnico Pablo Elier Sánchez una mayor confianza no sólo en el rendimiento de la selección.
Cuba ha perdido más de 50 futbolistas en dos décadas la mayoría tras incursionar en Copas Oro y otras competencias en Estados Unidos.
La última vez que una selección nacional cubana de fútbol jugó en la Florida fue en noviembre de 2018 y en esa ocasión 12 de sus jugadores abandonaron el equipo durante el campeonato sub 20 de la Concacaf, justo 10 años después que siete habían desertado en la misma ciudad en un Torneo Preolímpico para menores de 23 años. Pero ahora, con la mayoría “legionarios”, no parece se repetirá el éxodo.
