Foto: Roy Leyra
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
“Gracias a Internet, el aislamiento impuesto por la pandemia es un poco más llevadero. ¿Imaginan estas mismas circunstancias tres años atrás, cuando en Cuba tener datos móviles era una utopía? Ahora, a pesar de los altos precios y la inestable calidad del servicio, al menos es posible estar comunicados, informarse y entretenerse en las redes”, así refería el artículo Mudanza virtual: Comercio online a lo cubano, publicado en el Blog Fonoma.
Pero esto, se escribió el año pasado, en abril, cuando la pandemia apenas comenzaba y no sabíamos que en julio de 2021, los contagios estarían en números rojos, los cubanos se lanzarían a las calles y se manifestarían por su derechos, y quedaríamos por más de dos días, y sin noticias de restablecimiento, desconectados por datos móviles.
Gran parte de los negocios impulsados por emprendedores cubanos se mueven y funcionan por plataformas digitales. Desde WhatsApp, Messenger, Telegram, Instagram, aplicaciones móviles… Todo al alcance de una llamada o un mensaje de texto, y por medio del servicio a domicilio el producto que desee, o el que esté disponible, llega hasta su casa.
¿Cómo se supone que los negocios funcionen estando desconectados? ¿Cuánto limitan los servicios este apagón tecnológico? ¿Qué opciones quedan para los clientes? ¿Por qué impedir el mecanismo online-laboral creado cuando se trata de una estrategia que ayuda a enfrentar positivamente la compleja situación epidemiológica que hay en Cuba y evita la aglomeración en los sitios de venta?
Ante estas interrogantes Cuba Noticias 360 contactó a Patricia Santa Coloma, directora de Producciones Almendares, casa productora de audiovisuales de forma independiente.
“Me maravilla el silencio entre los emprendedores, hay mucha cobardía al hablar del asunto, miedo a perder los negocios”, dice Patricia, contando su experiencia del pasado domingo en el grupo de WhatsApp Cuba Emprende, antes de quedar desconectada. En este canal incitó a comentar sobre la inestable situación que vive Cuba y solo dos personas decidieron responderle por privado. “Mutis total en el grupo”.
Esta emprendedora hizo énfasis en la crisis que han sufrido los negocios por la pandemia, por la que muchos han cerrado y otros han tenido que buscar estrategias como servicios online, a domicilio, la mayoría dependiente de la conexión a internet.
“¿Qué turista me puede contactar? ¿Qué cliente local me puede contactar? Nosotros trabajamos por WhatsApp”, expresa preocupada Patricia, quien además tuvo que detener la producción de un cuento junto a la TV Cubana, dirigido por Yoenia Pérez.
Se trata además de una necesidad de distanciamiento social que está siendo violentada en un momento crítico de la situación sanitaria nacional. Entonces podría afirmarse también que este «apagón» pone en riesgo las vidas haciendo salir a emprendedores y clientes de la seguridad de sus hogares.
Como muchas, el caso de la dulcería Lola Café se ha visto afectada. Una de sus dependientas nos comentó que realmente se atrasa el servicio, también los pedidos a través Mandao, que ahora no están funcionando. La única manera es que el cliente se llegue al local y se lleve el dulce de su preferencia, en el municipio capitalino de Playa.
La otra cara del asunto, es justamente el consumidor, el pueblo. El periodista Aliet Arzola Lima dejó su inconformidad en su muro de Facebook, dedicando sus palabras al presidente cubano Díaz-Canel sobre cómo afecta esta nueva medida no anunciada a su vida familiar: “… Entonces, no tengo malangas y resulta que tampoco puedo comprarlas, porque tú, con todo el poder que se te ha otorgado, has decidido quitar internet a un país entero por más de 24 horas. Así, como quien apaga la luz de la cocina, han tumbado el acceso a todas las redes… Como es lógico, sin internet, esos grupos de Whatsapp que te mencionaba dejan de funcionar. Esos grupos quedan a ciegas, no pueden prestar servicio, yo no puedo comprar malangas y me voy molestando, poco a poco”.
Además, sumó a esta denuncia: “En mi familia no quieren que diga nada de esto, me suplican que no exija ni reclame nada en las redes por temor a que me pase algo (saca cuentas también de lo que esto significa), pero un apagón de internet por más de 24 horas es inadmisible, es una violación total de nuestros derechos y nuestros izquierdos, es un acto indolente desde todo punto de vista. Es un acto, por demás, premeditado, no hay nada accidental en ello. Es un acto del cual el único responsable es el gobierno que comanda, nadie más.
Mi único objetivo ahora mismo, mi única solicitud, es que respetes el derecho que tenemos los cubanos de acceder a un servicio por el cual pagamos precios desorbitados. Ustedes no nos regalan el acceso a internet, ustedes no están haciendo ningún acto heroico por habilitar internet, es un derecho que tenemos como seres humanos. Entonces, vuelvo atrás, mi única solicitud es que se restablezca el acceso a internet para poder cumplir con el objetivo más apremiante que tengo en este minuto: comprar malangas para mi hijo por si vuelve a tener vómitos”, argumentó.
Sayli González Velázquez, por su parte, es una conocida emprendedora cubana, que ha dado vida a tres proyectos distintos:un hostal en Santa Clara (Amarillo B&B), un espacio coworking en Cuba para los emprendedores (Amarillo Coworking) y Fullgao, un negocio de mentoría para hostaleros. Identificada por algunos como una especie de gurú en el mundo del emprendimiento nacional, desde hace un tiempo ha mostrado su descontento con la gestión del gobierno cubano, y lo hace también ahora, por la reacción violenta fomentada que desató el propio jefe de Estado del país ante las protestas.
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RINGPIZZA dejó clara su posición al asunto en su página de Facebook :»Después de 10 años siendo su pizzería favorita hoy no venimos a venderles pizza, venimos a decir basta ya de tantas mentiras y tanto sufrimiento, el bloqueo termina cuando se vaya el comunismo…hoy mi Cuba llora, mi pueblo sangra, pero mañana seremos libres. FUERZA CUBANOS. NOSOTROS SOMOS MÁS… RINGPIZZA está puesto… y tú ? #soscuba #libertadparacuba».
Clandestina, la reconocida marca de ropa cubana, también se proyectó en sus redes en contra de la violencia y dejando claro que el acceso a internet es un derecho.
Desde el domingo los cubanos han tenido que descargar cientos de VPN para poder, inestablemente, informar e informarse. Ninguna autoridad cubana se ha pronunciado al respecto, pero el pueblo de la isla sigue denunciando este apagón. Ya veremos cuánto dura. El impacto en el sector privado es notable.
