Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Un grupo de cubanos residentes en México protagonizaron un enfrentamiento frente a la embajada de la isla caribeña. El encuentro violento se produjo entre una quincena de personas, miembros del grupo Asamblea de la Resistencia Cubana e integrantes del Comité de Solidaridad con Cuba, la Asociación de Residentes Cubanos en México y el Partido Comunista Mexicano.
Los miembros de la Asamblea de la Resistencia Cubana, pretendían hacer una conferencia de prensa frente a la embajada de Cuba en México, pero al momento de su llegada las personas integrantes de las otras asociaciones ya se encontraban en el lugar.
El enfrentamiento no dejó heridos de gravedad, pero si precisó de la intervención de la policía mexicana para separarlos. Esta no es la primera vez que cubanos residentes en México de diferentes ideologías se enfrentan. El anterior choque se produjo durante la visita del presidente cubano Miguel Díaz-Canel a la nación azteca.
En esta ocasión ambos grupos estaban separados por más de 50 metros y cordones de policías, cuando comenzó la conferencia con el líder de la asamblea, Orlando Gutiérrez Boronat, y el presidente de la Comisión Mexicana de Derechos Humanos, René Bolio, a la cual se incorporaron el ex presidente polaco Lech Walesa y el diputado salvadoreño Ricardo Godoy, del partido Arena, ambos asistentes a la reunión de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), que se efectuó la semana pasada en México.
Walesa expresó que el gobierno de la isla es un error y una utopía. Y llamó a que “el régimen cubano: hagan sus maletas y salgan de Cuba para dejar Cuba al pueblo cubano, y dense prisa porque a mi me gustaría estar en la manifestación de independencia y libertad de Cuba”, cita el periódico La Jornada.
La conferencia duró un aproximado de 13 minutos, tras lo cual Walesa y los integrantes de la asamblea se retiraron, mientras los simpatizantes de Cuba coreaban: “Lech Walesa, tu presencia es una ofensa”.
En serio este circo piensa q algún día pondrán un pie en Cuba?
Ni nos conocen, ni nos calculan