Foto: Archivo CN360
Texto: Hugo León
El déficit presupuestario cubano en lo que va de año asciende a los 29 mil 717 millones de pesos, de acuerdo con el informe más reciente presentado al Consejo de Ministros de la isla.
La cifra, aunque elevada, representa “el 20 por ciento del déficit planificado para el presente año y el 39.6 por ciento de lo previsto para la fecha”, explicó el Ministro de Finanzas y Precios Vladimir Regueiro Ale al presentar la ejecución del Presupuesto del Estado hasta octubre.
Para él esos datos confirman la mejora que se propuso alcanzar la dirección del país a través de medidas para la contracción de los gastos y la potenciación de los ingresos.
“La reducción del déficit fiscal ha tenido un comportamiento sostenido en el transcurso de todo el año”, considera el ministro.
Entretanto, el funcionario aseguró que al cierre del mes de octubre se registró en la cuenta corriente un saldo positivo de 19 mil millones de pesos, comportamiento que calificó de extraordinario. Según el ministro esto está asociado a la recuperación en los meses anteriores.
En la práctica, sin embargo, la vida en la isla no se ha facilitado para los cubanos de a pie. Con o sin reducción de déficit presupuestario, los cubanos siguen padeciendo de una dura situación con los apagones, con la escasez de productos e insumos, así como en el transporte y en prácticamente todos los ámbitos de la vida del país.
Después de ofrecer los datos numéricos aportados por Regueiro Ale, la viceministra primera de Economía y Planificación continuó mencionando que el Gobierno había creado proyecciones y acciones de continuidad para corregir las distorsiones y reimpulsar la economía. No obstante, no detalló las medidas.
Lo que sí mencionó es que se habían aprobado el 72 por ciento de las proyecciones y que de 253 acciones planificadas se cumplieron 148, es decir, el 58.5 por ciento. No entró en detalles sobre las acciones, ni las proyecciones.
Sí mencionó el proceso de bancarización y el tope de precios de algunos productos como el aceite, la pasta alimenticia, el detergente y la leche.
Igualmente habló del impacto de los huracanes y un sismo en octubre, que hicieron que el Gobierno debiera centrar su atención en la recuperación de las provincias afectadas pero sin descuidar la economía.
El déficit fiscal es una situación en la que los gastos de un gobierno superan sus ingresos en un periodo determinado, generalmente un año. Es decir, el gobierno gasta más dinero del que recauda a través de impuestos, tarifas, o ingresos por otras fuentes.
Según no pocos especialistas en el tema, el problema en sí no es el déficit fiscal sino las circunstancias en las que ocurre y en qué se invierten los recursos que provocan ese déficit.
A corto o mediano plazo, por ejemplo, un déficit fiscal elevado puede estimular la economía si el gobierno utiliza esos recursos para inversiones productivas. Si por el contrario, el déficit no está bien gestionado o si surge por malas decisiones económicas, puede generar más inflación.