Foto: Flickr
Texto: Fede Gayardo
El presidente cubano Miguel Díaz-Canel afirmó que los ajustes de la economía no son “un proceso de cacería de brujas” hacia una determinada forma de gestión o de propiedad, a pesar de las recientes multas y cierres de Mipymes por incurrir en las nuevas regulaciones de precios impuestas al sector privado en Cuba.
Las declaraciones del mandatario tuvieron lugar durante su intervención en la comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional, donde se abordó el proceso de bancarización y otros “temas medulares de la economía”.
Según un reporte del medio estatal Cubadebate, Díaz-Canel insistió en que para atender el tema de la bancarización se han creado grupos de trabajo a nivel municipal que están abordando cuestiones como el déficit presupuestario, la evasión fiscal, las incorrectas relaciones entre el sector estatal y no estatal, y los ingresos y gastos del presupuesto.
No obstante, reconoció que ha habido descontrol y contemplación, “y por eso se nos han acumulado muchos problemas”, a la vez que indicó que “en la economía cubana persisten problemas objetivos y subjetivos”.
Uno de los objetivos, por ejemplo, sería la falta de disponibilidad de divisas. “Prácticamente, las divisas que hoy entran al país las empleamos para adquirir alimentos, combustibles para la electricidad y algunos insumos para producir medicamentos”, afirmó Díaz-Canel.
Por otra parte, entre los problemas subjetivos, estaría “la manera irresponsable con que un grupo de instituciones del Estado no cumplieron lo que debían hacer para atender todo esto”.
Debido a lo anterior, el presidente cubano dijo que “no se trata de un proceso de cacería de brujas hacia una determinada forma de gestión o de propiedad”, sino de “un ordenamiento para que haya la mayor cantidad de ofertas de bienes y servicios a adecuados precios para la población, y que todo el mundo aporte todo lo que tiene que aportar”.
En este sentido recordó que tanto el sector estatal como el no estatal tienen responsabilidades: “Los dos tienen que trabajar en la legalidad y aportar con impuestos o tributos. Donde ha existido una desviación en una forma de gestión no estatal, detrás hay una entidad estatal que tiene relación con la misma”.
Respecto a la relación oferta-demanda, aseveró que “los precios pueden estar altos, pero hay precios muy por encima, porque hay especulación alrededor de esos precios, hay inflación, hay corrupción; manifestaciones de trabajo informal con alta tendencia a la evasión fiscal, desvinculación del estudio y el trabajo, y la situación de vulnerabilidad de las familias”.
En otro momento llamó la atención sobre la “poca cantidad” de Mipymes estatales existentes: “¿Quién dijo que esta organización empresarial era solo para los privados?”.
Para referirse al proceso de bancarización añadió que existen dos problemas fundamentales: “el exceso de dinero circulante que está en manos de muy pocos; y, a la vez, hay una demanda de efectivo dada la concentración del dinero físico en pocas personas que no retorna al banco”.
“Aquí hay un grupo de causas, entre ellas que hay entidades estatales que no hacen los depósitos diarios de efectivo. Además, hay negocios privados que, como decíamos, no están depositando su dinero en las cuentas fiscales y, por tanto, tampoco va al banco”, afirmó.
Una vez más, “reflexionó” que la familia cubana invierte mayoritariamente el dinero en comida y transporte, por lo tanto, “es allí donde primero hay que promover la bancarización”.
Por último, reiteró “la importancia de apoyar la producción de alimentos en el país y garantizar la atención a las personas más vulnerables”.
