Texto: Darcy Borrero
En un momento en que los estadounidenses se acercan a la inmunización contra el coronavirus gracias a la disponibilidad de tres vacunas creadas por importantes farmacéuticas de la nación, y la Casa Blanca logra una alianza inédita entre competidores para agilizar la distribución de la vacuna de J&J, desde las redes sociales han surgido mensajes de los teóricos de la conspiración de QAnon que traen de vuelta al debate a Donald Trump.
El nuevo ruido en el sistema se basa en un deseo de sectores de la población que siguieron al expresidente hasta los últimos momentos de su mandato. Según esos círculos conspirativos, el expresidente tomaría el poder hoy jueves 4 de marzo y sería investido nuevamente en la Casa Blanca. La fecha elegida tiene todo que ver con que algunos creen en la legitimidad del 4 de marzo como fecha antigua de toma de posesión, vigente antes de la vigésima enmienda de la constitución.
En virtud de esta enmienda que fue aprobada en 1933, la juramentación del presidente y el Congreso pasó a ser en enero. Previamente, durante años, los mandatarios asumieron el cargo precisamente un día como hoy, el 4 de marzo.
Tomando en cuenta los sucesos del pasado mes de enero en la sede del Capitolio, la policía estatal del recinto sede del Congreso estadounidense confirmó el miércoles que habían obtenido información de inteligencia que alerta sobre un posible complot para repetir lo ensayado en enero por parte de un grupo. Por eso los medios han informado del refuerzo de la seguridad frente a cualquier amenaza potencial hacia los miembros del Congreso o hacia el complejo del Capitolio.
Nada relacionado con lo que promueven los ‘conspiranoicos’ sucedió en Washington hoy. Sin embargo, muchos siguen alerta porque no se trata solo de la fecha del 4 de marzo, sino que hay una red de teorías que consideran ilegítimos a todos los presidentes, actos y enmiendas aprobados después de 1871.
En ese sentido, esta red de teorías pareciera estar negando la propia presidencia de Donald Trump, a quien han tratado en cambio como su mesías.
QAnon, por ejemplo, es una conspiración basada en gran medida en la creencia de que el presidente trabaja en secreto para “salvar al mundo de un culto satánico de pedófilos y caníbales”.
Dirigido por un misterioso usuario de 4chan llamado Q, en el grupo se publican mensajes encriptados con acertijos y pistas. Quienes han investigado el asunto, asocian el nombre a una referencia de que la persona tendría autorización “Q”, una designación del Departamento de Energía de EE.UU.
