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Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Cada domingo esperábamos ansiosos ese “Mundo Mágico” matutino que nos traía Yovalys y su gato Bartolito. Quizás por inocencia o a falta de otras opciones, pero la obligatoriedad hacía que muchos, a la misma hora, quedáramos encantados frente a la pantalla.
Sí es cierto que el espacio entretenía y enseñaba, a su manera. Ahora podría resultar muy anticuado, pero para una televisión que poco o nada había avanzado con sus similares en el mundo, el programa infantil hacía lo que podía o, al menos, lo intentaba.
Educativo era, y muestra de ello son sus enseñanzas. La mejor manera que encontró su equipo, liderado en su última etapa por Dania Jiménez, fue el uso de esas picardías y travesuras propias de la infancia, los regaños de los padres, las disculpas de los pequeños y las lecciones de vida que quedaron grabadas en cada uno de los que crecimos con ese “Mundo Mágico”.
Historias, costumbres y tradiciones se mezclaban en el contenido del programa, añadiendo a ello una dosis de humor, música y juego. No había tonos rebuscados y ese fue quizás otro de sus aciertos: enseñar desde un lenguaje simple…infantil, pero no mimado.
La televisión cubana debería proponerse rescatar esos espacios infantiles, readaptarlos y actualizarlos, como lo debe hacer la propia industria audiovisual cubana en su conjunto. Contemporaneizarse sin perder la esencia y la tradición de la isla debería ser también la máxima de los medios del país.
La magia del programa estaba, como en muchos otros de su tiempo, en el equipo que lo hacía posible. La entrega y creatividad en su realización hicieron que se mantuviera al aire durante más de 20 años.
Según sus directivos, el espacio se regía por investigaciones realizadas para conocer la opinión del público infantil, propuestas que siempre guiaron sus (pequeñas) transformaciones a lo largo de su tiempo en pantalla.
Bernardo Cordero, Arístides Estévez, Reynaldo Villa, Belkis Díaz y la propia Jiménez, son algunos de los nombres que detrás de las cámaras hicieron posible su salida al aire durante más de dos décadas.
Cómo olvidar a Yovalys González, su rostro principal y elemento clave para el éxito entre los pequeños. Junto a ella, el gato Bartolito, magistralmente dirigido por Angelito Giménez.
Yovalys siempre ha expresado su amor hacia el programa. Durante casi todos sus años al aire, ella logró enriquecerse “como actriz y persona”, según dijo en una ocasión a los medios estatales.
“He tenido la posibilidad de hacer la conducción y de enfrentar diversos personajes, como la bruja, que me encanta, es a la vez cómica y fantástica. Por otra parte, me fascina manipular títeres, en este caso al Duende Dundy, que siempre anda haciendo travesuras a los demás personajes y creo que se identifica mucho con los niños”, agregó González.
No hay otra motivación para un artista así que la satisfacción de entretener a los más pequeños. Una vida dedicada a ellos solo se premia con su cariño, y de eso Yovalys asegura haber tenido de sobra.
Ha pasado mucho tiempo para los que hoy, desde la distancia que impone la edad, intentamos recordar aquellos domingos en casa. No obstante, muchos debemos coincidir en que las mañanas, sea por el motivo que sea, se volvían Mágicas cuando sonaba la música de ese Mundo creado por Yovalys y Bartolito.
