Foto: RL Hevia
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
En solo siete días aumentaron en más de cien los casos del virus de Oropouche en Cuba (506 personas) según las estadísticas oficiales ofrecidas por autoridades de salud, aunque que esto contrasta con los numerosos reportes en redes sociales y otros canales.
A la fecha, el virus se encuentra en las 15 provincias del país, en 99 de los 169 municipios y en 172 áreas de salud; y el 80 % de las personas sospechosas de Oropouche ha realizado un ingreso domiciliario por no presentar un cuadro clínico crítico.
Si bien refirieron que no se reportan en el país casos graves ni fallecidos, reconocieron que se percibieron en la Isla cuadros clínicos con meningitis que presentan recuperación satisfactoria.
Explicaron que ello dista de la experiencia en Brasil donde se reportaron casos graves con encefalitis, meningitis, trasmisión materna-infantil, aborto, muerte fetal, cuatro recién nacidos con microcefalia y dos defunciones, provocado por el Oropouche.
Lo que las autoridades de salud no confirmaron fueron las noticias en redes sociales del joven médico cubano de 26 años reportado hace algunos días como grave por una encefalitis derivada de este virus transmitido por la picadura del mosquito del género culex y el culicoide (jején).
En un reporte de la televisión, el doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología, destacó que no existe un tratamiento específico para este virus que tiene entre su cuadro clínico la fiebre alta, dolor muscular y articular, náuseas y vómitos, dolor de cabeza, y dolor detrás de los ojos; similar a los del dengue.
Sobre ello, alertó que ambos virus pueden coexistir en un mismo paciente, aunque no se ha dado el caso, pero alertó la importancia de acudir a las instancias hospitalarias para realizar el correcto diagnóstico.
VARIOS PAÍSES REPORTAN CASOS PROCEDENTES DE CUBA
El propio Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos dio a conocer en un informe que “hasta agosto de 2024, se han notificado más de 8 000 casos confirmados por laboratorio en Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba y Perú. Estos grandes brotes han dado lugar a casos asociados a viajes, con 19 casos de enfermedad por el virus de Oropouche en viajeros europeos que regresaron de Cuba y uno de Brasil durante junio-julio de 2024”.
Señalaron que se identificaron evidencia de infección por el virus Oropouche en 21 residentes de los EE.UU. que regresaron de un viaje a Cuba, incluidos 20 en Florida y uno en Nueva York.
Por ello, pidieron a mujeres embarazadas reconsiderar los viajes a Cuba, emitiendo un aviso de salud para viajeros nivel 2 y tomar medidas para evitar las picaduras de insecto, según medios estadounidenses.
Por otra parte, a inicios de agosto España detectó cinco casos de virus de Oropouche en viajeros procedentes de Cuba, pero resaltaron que su riesgo de transmisión es muy bajo.
Por lo que, informó El País, “desde el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) han emitido una alerta sobre las recomendaciones a la hora de viajar a los países donde el virus es endémico, como Brasil y Cuba”.
IRONÍAS EN EL CONTROL DEL VIRUS: SANEAMIENTO EN MEDIO DEL DESBORDE
Una de las recomendaciones de las autoridades de salud pública en la Isla se centraron en el saneamiento del entorno, una ironía si se tiene en cuenta la grave crisis con los desechos sólidos (basura) en Cuba, acentuado en La Habana.
Un reporte en medios estatales “señala el vínculo entre la proliferación de la inmundicia y el incremento de enfermedades en el verano, como vómitos y diarreas causados por moscas; la leptospira asociada a los ratones, y el dengue, el zika, el chikungunya y el Oropouche”.
Tampoco cuenta el país con la “habitual fumigación”, proceso realizados desde las localidades pero que, como casi todo en la Isla, enfrenta problemas debido a la carencia de combustible con que trabajan las popularmente conocidas “bazucas”.
Lo cierto es que el virus continúa imponiéndose en Cuba en medio de un creciente deterioro en las condiciones higiénico-sanitaria, lo que impone la duda si está preparado el país para enfrentar el aumento vertiginoso de los casos de Oropouche.