Foto: Noticias Caracas
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
En medio de las celebraciones por el mes del Orgullo, en España comienza hoy el camino para su tramitación la conocida «ley trans» dentro del Consejo de Ministros.
Han sido meses de negociaciones, pocos en comparación con el tiempo que las personas de esta comunidad llevan luchando por sus derechos. Ahora, el Anteproyecto de ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, avanza, no sin detractores y obstáculos.
Esta ley trans es el resultado de la fusión de dos normativas trazadas por los socios de Gobierno, PSOE y Unidas Podemos. La primera de ellas, estaba destinada específicamente a las personas trans, la otra tenía un carácter más amplio, sobre el resto de colectivos, es decir: lesbianas, gais, bisexuales e intersexuales.
Aprobado el anteproyecto, al texto le queda la revisión de los órganos consultivos y toda la tramitación parlamentaria en las Cortes, con las aportaciones y enmiendas del resto de grupos, antes de su aprobación definitiva.
El hito por el que ha resonado esta noticia en los medios internacionales, es, en gran parte, debido a lo relacionado con la libre autodeterminación de género, es decir, con que una persona pueda cambiar el nombre y el sexo en el DNI solo con su voluntad.
Al aprobar la ley, España se convertiría en el séptimo país en Europa específicamente que permite la autodeterminación de género y el decimosexto a nivel mundial, después de otros como Dinamarca, Portugal, Noruega, Malta, Argentina, Irlanda, Luxemburgo, Grecia, Costa Rica, México (solo en Ciudad de México), Brasil, Colombia, Ecuador y Uruguay.
La «ley trans» prevé eliminar la necesidad de informes médicos o de años de hormonación que se necesitan ahora para cambiar el DNI, de acuerdo a El País, se hará entonces por un sistema de doble comparecencia en que la persona deberá pedir el cambio en el Registro Civil y regresar tres meses después para ratificarlo y que se haga efectivo, sin tutelas ni testigos.
Según se plasmó en el texto aprobado como anteproyecto, las personas mayores de 16 años podrán requerirlo por sí mismas, a partir de 14 años se permitirá con la asistencia de progenitores o tutores (en esa edad es obligatorio el DNI) y no desde los 12 como incluía el borrador que Igualdad elaboró en febrero, apunta el mismo diario español.
Para Irene Montero, de Unidas Podemos, con esta ley por fin las personas trans dejarán de ser consideradas enfermas en España, y actuaría como un perdón sincero a todas aquellas personas a las que este país les ha dicho que sus vidas valían menos. Por su parte, Uge Sangil, presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Trans y Bisexuales (FELGTB), indicó que este es el primer paso para conseguir derechos y acabar con la patologización.
Sin embargo, los detractores se han hecho sentir, de acuerdo a La Vanguardia, Altamira Gonzalo, presidenta del consejo asesor de igualdad del PSOE, ha dejado clara su oposición al proyecto del Gobierno, y su respaldo a Carmen Calvo, la vicepresidenta primera del Gobierno, recordando que ser mujer no es ni un sentimiento ni una identidad. Así mismo, Rosa Peris, la secretaria de igualdad de los socialistas valencianos, hizo pública su discrepancia con el texto, y no son pocos los que critican también las supuestas prisas por aprobar un proyecto en vísperas del Orgullo para evitar polémicas.
Por parte del movimiento feminista también existe rechazo a la autodeterminación de género, porque son teorías que supuestamente «niegan la realidad de las mujeres» y con ello, al negarse el sexo biológico, se negaría la desigualdad que se mide y se construye en base a este hecho biológico, pondría en peligro las leyes que evitan la discriminación de las mujeres.
Aun así, la responsable de Igualdad califica esta ley como una norma «feminista». «Las protagonistas de esta ley son las personas LGTBI, particularmente las personas trans, pero también las feministas. O llegamos todas o no llegará ninguna», citó El País a Montero.
Más allá de la autodeterminación de género, la ley trae otros aspectos a colación, por ejemplo, contempla el derecho de filiación de los hijos e hijas de mujeres lesbianas, incluiría en la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud los tratamientos de fertilidad para lesbianas o personas trans con «capacidad de gestar» y las sanciones de hasta 150 mil euros a las terapias de conversión.
