Fotos: Yanelys Hernández
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Fonseca se empeña en alargar su concierto en el Central Park de Nueva York. Ya había encendido el escenario durante casi dos horas, pero le seguía insuflando energía a la maquinaria que lo acompañó y a la potente la energía de su voz. Colombia estaba venciendo a los favoritos de Uruguay en el pase a la final de la Copa América y el músico parecía enviarle mayor fuerza a su equipo desde el escenario para que lograra la hazana. “Pongan el juego en la pantalla”, pedía continuamente; y Colombia y Uruguay estuvieron, de pronto, disputando a sangre y fuego su pase en la final en el mismo centro de Nueva York.
El colombiano ya había repasado más de la mitad de su repertorio frente a un público dominado por las banderas y las camisetas colombianas y los gritos se alternaban entre la admiración por Fonseca y las voces de apoyo a la selección.


Fonseca ha grabado cerca de 8 discos y en 2012 se llevó un Grammy latino por su álbum Ilusión. Es uno de los músicos colombianos más internacionales y su concierto estuvo entre los más esperados de la 25 edición de la Conferencia Internacional de Música Alternativa Latina, que acaba de celebrarse en la ciudad de Nueva York. El artista tiene un show de altos kilates. Su obra, que se mueve entre el pop y los ritmos de raíces colombianas y latinas, está defendida además por una banda que respalda al vocalista sin fisuras.
El colombiano conquistó al público desde que pisó el escenario neoyorkino. Interpretó éxitos de su repertorio como Envuélveme y estableció una química muy personal con el público que coreaba sus canciones. Incluso en uno de los momentos del concierto se enteró del gol de Colombia porque un fan le mostró la jugada desde el teléfono. Desde ese momento el cantante incrementó la dosis de energía y las de 7000 personas reunidas en el Summer Stage, del Central Park, comenzaron a sentir la música en el cuerpo como si se tratara de uno de nuestros toques de tambor.
Tal vez cuando interpretó «Háblame bajito» la canción pasó algo desapercibida entre sus seguidores pero no entre los pocos cubanos que estaban tirados sobre la hierba. El tema lo grabó con Cimafunk y el autor de «Me voy» apareció en la pantalla con su peculiar y explosivo flow. La canción tiene todos los ingredientes para convertirse en uno de los éxitos del colombiano porque logró una notable implicación entre la propuesta rítmica de Cimafunk y su ecléctica obra, que muestra con orgullo sus primeras influencias de Carlos Vives.
El Parque Central era una fiesta latina. Grupos de jóvenes latinoamericanos asentados en la Gran Manzana compartían latas de cerveza y pomos de agua para enfrentar el calor del verano de Nueva York, que no tiene nada que envidiarle a las altas temperaturas de Cuba durante estas fechas. Los acentos se confundían y llegaba a costar trabajo definir la nacionalidad de los cientos de personas que tomaron por una noche este céntrico parque de la ciudad. A pocos metros, patrullas de policía velaban por el orden del espectáculo al que no dejaban de llegar personas, mientras Fonseca se entregaba a la música casi como rezando para que se equipo mantuviera la ventaja. El músico no se detuvo hasta el pitazo final tras celebrar el gol con “una mala palabra”.

“Esta es la primera vez en mi vida que me toca vivir algo así, de estar cantano mientras la selección está jugando”, dijo Fonseca al terminar la canción. “Gracias al compadre que me lo mostró en el teléfono. Me disculparán las malas palabras, pero para los que no son de Colombia, en Colombia estamos acostumbrados a celebrar el gol acompañado de aquella palabra”, dijo entre bromas que se extendieron entre los colombianos que se agenciaron un lugar cerca del escenario.
Fonseca, todavía con las marcas de la alegría en el rostro y quizás con unas pocas horas de sueño en el cuerpo, ofreció una charla en el Hotel Intercontinental de Nueva York, la sede de LAMC, al día siguiente de reventar el Central Park. En el encuentro con artistas, productores y ejecutivos de la industria de la música latina comentó sobre los inicios de su carrera, la evolución de la música alternativa latina y respondió preguntas de artistas emergentes que soñaban con un futuro en el que, como Fonseca, pudieran llenar hasta la bandera el Parque Central y sobre todo las grandes plazas de sus países de origen.
Y si pudieran hacerlo hinchando por sus selecciones el sueño, no lo duden, estaría completo.