Texto: Redacción Cuba Noticias 360
La escritora y periodista estadounidense Gloria Steinem fue galardonada con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, un galardón que se concede a personas e instituciones destacadas por sus aportes la sociedad mediante su práctica científica, social, o cultural.
Steinem, de 87 años, nacida en 1934 en Ohio, es un icono del feminismo por su labor desde los años 60 a favor de los derechos de las mujeres y en contra de los contextos políticos que no les han permitido las mismas oportunidades que a los hombres.
Considerada una de las pioneras del feminismo, ha hecho de su vida una revolución plasmada en causas a las que se ha entregado con gran pasión intelectual, entre ellas la lucha por la aprobación de la Enmienda de Igualdad de Derechos en Estados Unidos, una conquista que tuvo en la Steinem una de sus figuras fundamentales.
Su labor y obra están estrechamente vinculadas no solo al feminismo sino a las luchas por los derechos civiles en Estados Unidos, dos razones que en su trayectoria tienen el mismo significado.
Al entregarle el premio, el jurado reconoció que su activismo ha estado “marcado por la independencia y el rigor, ha sido motor de una de las grandes revoluciones de la sociedad contemporánea”.
La estadounidense se convirtió en un símbolo del movimiento feminista no solo por su presencia en las marchas contra la discriminación y la reivindicación de derechos, sino también por su fecunda labor en el periodismo y en otros campos de las letras.
Creó su propia revista para visibilizar la situación de las mujeres, ha publicado en varias de las principales revistas en Estados Unidos y ha escrito libros que resaltan su incisiva mirada hacia la sociedad, su mundo interior como activista y feminista y su compromiso político, entre ellos Outrageous acts and everyday rebellions (Actos escandalosos y rebeldías cotidianas), Marilyn y La revolución interior.
Su voz es una de las más autorizadas actualmente en Estados Unidos en cuanto a estudios de género desde una postura militante y la historia de los movimientos feministas en la sociedad estadounidense.
A pesar de su avanzada edad no ha cejado en su empeño de denunciar los lastres sociales y las políticas discriminatorias o machistas de un sector de la derecha en ese país. Fue una de las más acérrimas críticas a Donald Trump durante su presidencia, a quien consideró un “accidente de la historia”. En una entrevista sobre el origen de su conciencia cívica con el diario El País declaró”:
“Siempre fui consciente de que existía un desequilibrio y una injusticia. Pero pensaba que podría superarlo individualmente. Siempre hubo un grupo de escritoras en Nueva York que se ayudaban entre sí y se aconsejaban sobre qué editor podría ser más razonable. Pero no me di cuenta de que esto podía cambiarse hasta que las mujeres del movimiento contrario a la guerra de Vietnam y el movimiento de los derechos civiles —movimientos que nuestra generación adoraba, pero en los que las mujeres seguían estando mayoritariamente en un papel tradicional— empezaron a rebelarse contra esto y a decir: ‘Un momento, debemos tener un movimiento autónomo para las mujeres”.
Steinem reconoció desde sus primeros años como activista que el movimiento feminista compartía la misma raíz común con los movimientos por los derechos de las minorías raciales en Estados Unidos, por lo que se imbricó completamente en las luchas de los grupos afroamericanos.
La activista también ha apoyado el movimiento de Black Lives Matter y se mostró muy orgullosa por al ascenso a la vicepresidencia de Estados Unidos de Kamala Harris.
Entrevistada recientemente sobre los derroteros actuales del movimiento feminista indicó: «En los 60 y los 70 nos veían como un grupo extraño y rebelde que estaba en un rincón, pero ahora el feminismo es un movimiento mayoritario. Los temas que defiende el feminismo, como que la mujer es dueña de su cuerpo o que debemos recibir el mismo salario, ahora tienen un apoyo mayoritario, pero antes se veía como algo marginal. Eso es una enorme diferencia».
