Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Estados Unidos anunció nuevas restricciones de visado para nueve funcionarios del gobierno de Cuba, por su implicación con las medidas que frustraron las manifestaciones del pasado 15 de noviembre.
En un comunicado emitido por el Departamento de Estado estadounidense se detalla que entre los afectados hay funcionarios del Ministerio de Interior e integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, aunque no se citan sus nombres, reseña Europa Press.
Añade el informe que, en los días anteriores al 15 de noviembre, el gobierno de la isla intimidó a activistas con turbas, confinó a miembros de la oposición en sus hogares, revocó credenciales de prensa, y detuvo a ciudadanos cubanos que intentaron protestar pacíficamente.
La cartera de Exteriores estadounidense indicó que las nuevas sanciones impulsan el objetivo de Washington “de apoyar al pueblo cubano y promover la rendición de cuentas, no solo de la élite del país antillano, sino también de los funcionarios que permiten los ataques a la democracia y los derechos humanos”.
El pasado 15 de noviembre, el grupo opositor Archipiélago convocó desde su plataforma a una manifestación pacífica para exigir algunos derechos civiles para los cubanos, pero nuca llegó a materializarse, ya que la mayoría de los activistas alegaron que se vieron obligados a quedarse en casa ante la presión del gobierno.
Con antelación a la fecha programada, las autoridades cubanas desplegaron un sin número de operativos, y prohibieron abiertamente las manifestaciones, añadiendo que éstas eran parte de una campaña de desestabilización de Estados Unidos.
Posterior al día señalado, medios de comunicación estatales y sus principales voceros centraron titulares en mostrar que las calles de la isla estuvieron en calma, que se había reiniciado el curso escolar presencial, y que el país había reabierto sus fronteras e iniciado la reapertura de los espacios socioeconómicos gracias al control de la COVID-19.
Washington, por su parte, ha advertido que seguirá utilizando todas las «herramientas diplomáticas y económicas» de las que dispone para conseguir la puesta en libertad de «los presos políticos» en la isla, y apoyar «los reclamos» del pueblo cubano a mayores libertades y rendición de cuentas.
