Texto: Alejandro Varela
A casi tres meses de su muerte, Diego Armando Maradona sigue dando de qué hablar, pero no precisamente por su calidad con el balón entre los pies. Las investigaciones en torno a su fallecimiento apuntan cada vez más a la negligencia de los responsables de sus cuidados.
Mario Baudry, el abogado de su hijo Diego Fernando, es el que más duro ha arremetido contra las personas que se encargaron del astro argentino durante sus últimos meses y fue radical al declarar recientemente a una radio de su país que «el homicidio culposo está probado en un 100 por ciento».
El letrado señala en primera instancia a Leopoldo Luque, médico y amigo de Diego, quien le practicó una operación a raíz de un hematoma subdural menos un mes antes de su deceso. También se encuentran entre los principales imputados la psiquiatra Agustina Cosachov y el psicólogo Carlos Díaz, aunque las investigaciones abarcan a más de cinco personas.
Como argumento, Baudry expuso que a Dalma, la hija mayor de Maradona, no la dejaron entrar a verlo a la casa de la localidad bonaerense de Tigre donde pasaba su recuperación. «Los médicos se confabularon para no contarle la verdad a la familia para que no fuera internado un tiempo antes de su muerte. Está probado que a Diego la familia lo quería internar y los que estaban con él se opusieron», sostuvo en diálogo con el programa Súper Mitre Deportivo.
El propio abogado a principios de febrero realizó otras fuertes declaraciones donde alegó una supuesta conspiración del referido personal de salud para preparar la muerte de Diego y luego justificar lo que aparecería en la autopsia. «Es como que están preparando la muerte de Diego y a ver qué sale en la autopsia y qué no va a salir. ¿Cómo va a saber que Diego se va a morir dentro de un mes y que le van a hacer una autopsia? Es gravísimo», reclamó en esa ocasión.
Los medios argentinos han hecho de la polémica muerte del considerado mejor futbolista de la historia el plato fuerte de sus portadas en la medida que aparecen nuevos elementos del caso. Este domingo, el diario Crónica se cuestionaba «¿por qué murió solo?», mientras Página 12 reveló que en los diálogos entre el médico, la psiquiatra y el psicólogo se hablaba de Parkinson y «demencia alcohólica».
De acuerdo con esas publicaciones, Maradona ya se veía agotado antes de su cumpleaños 60, el pasado 30 de octubre, y se puede verificar a partir de los mensajes de texto y de audio entre Luque, Cosachov y Díaz que evaluaban una internación domiciliaria, con ambulancia de alta complejidad, enfermero 24 horas, médico clínico, toxicólogo y neurólogo.
Hasta ahora lo encontrado en los celulares incluyen pruebas de un certificado falso, internación con custodia para que no se escapara, medicación psiquiátrica combinada con alcohol, cuadro de depresión gravísima que lo llevó a dormir días y una impresionante retención de líquido.
El equipo de fiscales que investiga el caso lo componen Laura Capra, Patricio Ferrari y Cosme Irribarren, bajo la tutela de John Broyard, y este lunes y martes convocarán una junta médica que dará una opinión profesional sobre la existencia o no de negligencias graves.
