Foto: RL Hevia
Texto: Hugo León
“Es verdad, los masones no hablamos de religión ni de política en el templo porque esos temas dividen a la humanidad y eso es contrario a nuestra fraternidad, ¿pero qué pasa cuando la política se mete con el templo?”, respondió un Maestro Masón entrevistado por este medio a sazón de los acontecimientos que ensombrecen por estos días la hermandad en la isla.
Los hechos: tras el presunto robo de unos 19 mil dólares del Asilo Nacional Masónico a inicios de año, el Supremo Consejo de la Masonería en Cuba expulsó al Gran Maestro de la orden, Mario Alberto Urquía Carreño; pero ahora pasados unos meses el Gobierno cubano invalidó esta decisión.
Y si su sorpresa querido lector, fue grande, imagínese cómo habrá sido para decenas de miles de masones cubanos que se sintieron traicionados por el robo y que estuvieron de acuerdo con la expulsión del otrora Gran Maestro. Eso, por no hablar del Supremo Consejo de la Masonería en Cuba, cuya decisión ha sido irrespetada.
“La Dirección de Asociaciones del Ministerio de Justicia de Cuba restituyó a Urquía al frente del Supremo Consejo y en su puesto como Gran Maestro”, explicó a Cuba Noticias 360 un Maestro Masón que prefirió no se mencionara su nombre.
“Yo estuve ahí cuando desde la logia se decretó su expulsión, y se actuó atendiendo a nuestras normas, como debe ser. Es decisión de la logia quien integra y dirige la logia, todo lo demás es injerencia del Estado”, dijo en tono de reproche.
Gracias al Estado, una persona acusada de robo seguirá al frente de la fraternidad, se quejó.
De acuerdo con un documento al que tuvieron acceso medios no estatales cubanos, el Minjus alega “violaciones de derechos” a Urquía durante el proceso interno de la logia. Ante esto, el entrevistado de este medio, bastante entrado en años, indicó que la comunidad masónica de la que él forma parte no respalda al antiguo Gran Maestro, ni mucho menos la intervención gubernamental.
“La logia de Céspedes y de Agramonte, de Antonio Maceo, de Martí, tiene a su cabeza a una persona designada por el Gobierno, como si se tratara de otra institución estatal, y la Logia no es otro núcleo del partido”, lamentó.
La mayor preocupación de nuestro entrevistado, y de muchos otros masones según él, es que los hechos recientes creen división en la logia, “algo que sólo sirve a quienes la quieren débil”.
-¿Pero quién querría una logia cubana débil?
-Todos los funcionarios que sepan historia.