Texto: Hugo León
No es una exageración afirmar que ir al agro en La Habana sale ya tan caro como ir a una boutique a comprar ropa lujosa: con el pasar de los meses cuesta cada vez más dinero llenar una triste jabita y la cosa pinta a peor.
El último grito, y no de la moda, sino de este periodista, llegó en un recorrido este fin de semana en busca de limón, al enterarse de que la libra del cítrico cuesta… ¡nada más y nada menos que 450 pesos!
Quien no gritó fue el dueño del puesto al señalar el precio, de hecho lo dijo bien bajito y con cierto gesto de pena. -No se preocupe, más pena me da a mí no poder comprarlo.
Con estos precios, ¿será que alguien puede preparar limonada, llamada incluso por las máximas autoridades del país “la base de todo”?
Ante la duda, en una especie de mini entrevista el dueño del pequeño puesto en el Vedado confirmó que limón es lo que menos vende. Es de las cosas que menos le traen, no solamente porque no haya ya toneladas y toneladas como hace algunos años, sino porque las personas cada vez compran menos y por ende, él también pide menos a sus proveedores.
Según el comerciante, este círculo afecta también al precio. Para él, las personas ya se han ido acostumbrando a los paquetes de zumo de limón que venden en las tiendas, que tampoco abundan, pero que sale más barato aunque el sabor no sea el mismo.
Algunos pudieran pensar que solo cuesta tan caro en el Vedado, pero el mismo precio fue confirmado por este medio en otros municipios como Centro Habana y San Miguel del Padrón.
En otras provincias el precio asciende a 400 pesos la libra, incluso en lugares eminentemente agrícolas donde hasta hace algunos años se conseguía de todo, mucho más barato que en la capital.
Los vendedores con quienes conversó este redactor mencionaron la inflación como causa, pero no saben explicar si se ha afectado el cultivo o si se produce la misma cantidad de limón en Cuba y es solo la espiral de precios altos lo que está afectando el costo de cítricos como las naranjas y los propios limones, cada vez más difíciles de encontrar en agros y puestos de vendedores ambulantes.
“Tampoco se puede esperar que los precios bajen porque la gente deje de comprar, eso no funciona aquí en Cuba”, señaló un consumidor pendiente a la conversación.
Para él, lo que va a pasar es que cuando menos compren las personas, menos vendedores van a pedirlo a sus proveedores y entonces aquellos que sí lo sigan solicitando subirán el precio a su voluntad, a sabiendas de que solo ellos tienen el producto.
Cabe destacar que si bien las autoridades de la nación informan frecuentemente del desarrollo de las campañas de siembra de ciertos insumos y de la zafra azucarera, en los medios estatales se habla poco o nada de cítricos como el limón.
Más que del criminal bloqueo habría que hablar del criminal Ordena y miento, es decir, Reordenamiento económico que lanzaron como si fuera la panacea universal para la vida económica y social de los cubanos. Hoy en día catástrofe total y tímidamente aceptada como un ABSOLUTO fracaso pero sin que sus «padres» den la cara y le pidan, estériles, disculpas al pueblo de Cuba por tamaño error. Pero no NUNCA será así, nunca ha sido así pues otros errores han cometido y jamás han tenido pudor en sus caras para reconocerlos. Cualquiera puede mencionar un error grave, feo en todos estos años y comenzar una larga lista. Empiecen y verán. Luego busquen y encontrarán CERO disculpas, cero admisión pública del mismo. Eso simplemente es cobardía, de la grande y buena. En fin, se puede decir …aquellos polvos trajeron esta avalancha de lodo.
Avergonzados e indignados saludos.