Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Donald Trump ya lo ha anunciado. No acudirá a la ceremonia. Y esto lo convertirá en el primer presidente en 150 años en no asistir a la inauguración de su sucesor. Pero, lo más alarmante resulta, que tras los sucesos violentos del Capitolio en Washington el nivel de tensión política ha aumentado.
Varios medios estadounidenses aseguran que las fuerzas de seguridad ya se preparan para posibles estallidos adicionales de violencia en todo la nación, en los días previos hasta que Joe Biden se convierta en presidente.
Y es que desde distintas plataformas digitales a las que acuden simpatizantes de Trump y grupos de extrema derecha, se ha convocado a varias protestas en diferentes fechas, que incluyen manifestaciones armadas y una marcha en Washington el 17 de enero, mismo día de la inauguración.
Es por ello que los departamentos locales de policía han recibido indicaciones de las Agencias Federales con el objetivo de reforzar las medidas de seguridad en torno a las sedes de los legislativos de los estados.
Es cierto que la atención se ha centrado en los hechos sin precedentes en la sede del Congreso en la capital, pero se han informado de incidentes similares de menor escala en otros puntos del país. Eso ha posibilitado el aumento desde el bando demócrata, donde se han unido algunos republicanos, quienes reclaman que Trump sea apartado de la presidencia antes de agotar los pocos días que le restan de mandato.
Chad Wolf, secretario de Seguridad Interior en funciones, dio instrucciones al Servicio Secreto para iniciar operaciones especiales de cara a la inauguración el miércoles, 6 días antes de que Biden y la vicepresidenta electa, Kamala Harris, asuman sus cargos.
Se afirma que hasta 15.000 efectivos de la Guardia Nacional podrían ponerse a disposición del operativo. Designar a la asunción de Biden como un Evento Especial de Seguridad Nacional permite que un amplio abanico de cuerpos de seguridad se coordine en un plan conjunto de medidas de protección, como el corte de carreteras y el establecimiento de perímetros de seguridad.
Las principales autoridades pidieron a los estadounidenses que se abstengan de viajar a la capital para la inauguración. Cada vez que se inicia una nueva presidencia, la ceremonia atrae a miles de personas a las calles de Washington, pero debido la COVID-19, las expectativas para este año son menores, incluso antes de que se conocieran los potenciales riesgos para el orden público que han hecho aumentar las medidas de seguridad.
Por su parte, el Servicio Nacional de Parques anunció que había cerrado el monumento a George Washington, el famoso obelisco ubicado en la explanada frente al Capitolio
Mientras recibía la segunda dosis de la vacuna contra el nuevo coronavirus, Biden mencionó no estar «asustado» de jurar su cargo en el exterior del Capitolio. El discurso con el que inaugurará su presidencia, girará en torno al tema de la «América unida».
Una vez investido presidente, se espera que participe en una ceremonia de ofrenda floral junto con los expresidentes Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton, en un intento por recalcar su máxima en pro de la unidad.
