Foto: Roy Leyra
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
No obstante a que el gobierno cubano ha aprobado hasta la fecha tres Mipymes para realizar la actividad de comercio exterior, el ministro de la rama, Rodrigo Malmierca, descartó recientemente, que el Estado vaya a soltar el monopolio que ejercen las empresas estatales especializadas en importación y exportación de mercancías.
Durante una entrevista con el semanario Bohemia, Malmierca precisó que esas tres empresas “tienen el objetivo de dedicarse fundamentalmente al comercio exterior de las formas de gestión no estatal, pero tienen la limitante para asociarse con capital extranjero, aunque pudieran hacerlo eventualmente”
El ministro reconoció que, “En Cuba el comercio mayorista está realmente muy limitado, y eso le crea problemas al sector no estatal”, sin embargo, reafirmó que cuando se quiera importar, se puede hacer a través de las empresas especializadas que son estatales, algo que en el VIII Congreso del Partido, el general de ejército reiteró al decir que “el comercio exterior seguirá siendo monopolio del Estado”.
De acuerdo con Bohemia, desde la academia son reiteradas las polémicas relacionadas con el monopolio del comercio exterior en Cuba, y lo dicen no con la vista puesta en la gestión privada, sino en el sentido del fortalecimiento de la empresa estatal socialista.
Señala el semanario que la práctica, criterio de la verdad, reafirma que las entidades aprobadas a realizar directamente estas actividades han mejorado su gestión e ingresos de la noche al día, y ponen como ejemplo, los resultados de la Empresa del Camarón, que según la revista resultaron harto elocuentes.
Por su parte, el titular cubano de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, indicó: “En nuestro país hay miles de empresas, si cada una hiciera comercio exterior, dudo mucho de que lo hagan eficientemente. Esta actividad tiene determinadas condiciones, hay que prepararse muy bien para ejercerla”.
Malmierca declaró que hace unos siete u ocho años hicieron lo que llamaron la concentración de compras, que consistía en adquirir productos de uso difundido, porque mientras más volúmenes importaban, más barato salía, y más condiciones tenían para organizar la distribución, según el plan de la economía.
Sin embargo, agregó “En las condiciones actuales, estamos dándole más valor a las consignaciones. ¿Qué es una consignación? Es un almacén, que está aquí, el proveedor extranjero paga el almacén y corre el riesgo de tener esas mercancías ahí hasta que se las compren. Esa mercancía le sale más cara al nacional, pero, ¿cuál es el atractivo? Que vas y compras, no hay que esperar meses por un barco.
En tal sentido, Malmierca sentenció “Queremos, sobre todo, a las empresas exportadoras acercarles los beneficios por este concepto (…) les hemos dado a muchas entidades, incluso pequeñas, facultades para que hagan comercio exterior. Pero tienen que aprender a hacerlo bien. En el mundo sucede algo similar, no todas las empresas hacen esta actividad, solo las especializadas. Las otras se abastecen de las mayoristas que compran esos bienes”.
