Foto: Gobierno de Quintana Roo
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
No abundan los entrenadores en el mundo con el historial de Silvio Amado Michell Rengifo, un especialista en la lucha grecorromana que trabajó con cuatro talentos que luego se convertirían en campeones olímpicos.
El deporte cubano especialmente la familia de la lucha – y también de México – lamenta la muerte de Rengifo, a los 76 años víctima de cáncer, de acuerdo a una nota del sitio “Jit”. El preparador murió este martes.
El destacado entrenador de las selecciones nacionales juveniles, formó a atletas que luego serían figuras legendarias como Héctor Milián, primer monarca olímpico de Cuba en la lucha, en Barcelona 1992, Filiberto Azcuy, oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y Sydney 2000, a Mijain López quien se prepara para la hazaña mundial de conseguir su cuarto título olímpico consecutivo, e Ismael Borrero, monarca olímpico de Rio de Janeiro 2016.
También dirigió el plantel que en 1992 ganó de forma abrumadora el Campeonato Mundial disputado en Cali, Colombia. En la década de los años 60 Rengifo integró equipos nacionales de lucha.
Pero “El Criollo”, como se le conocía coloquialmente, marcó pautas también en México al punto que por ejemplo desde 2018 en el estado de Quintana Roo se creó una Copa con su nombre en honor, en palabras de la presidenta de la Asociación Estatal de Luchas Asociadas, Vianey Quijano, “al entrenador que ha sido un referente en esta disciplina no sólo en Quintana Roo, sino también en México”.
El Heraldo de Tabasco escribió: En los últimos años formó campeones en Tabasco y Quintana Roo. A nuestro estado llegó a principio del año 2000 y es bien recordado por pulir el talento de atletas locales, a quienes llevó a ser monarcas por equipos en la rama femenil y también con resultados importantes en la varonil.
“Tras concluir su contrato a finales del 2006 ya no renovó con el deporte tabasqueño y emigró a Quintana Roo dónde también los convirtió en protagonistas; muchos campeones pasaron por sus manos.
“Sin duda una gran pérdida para el deporte mexicano, a quién entregó su vida en los últimos 20 años”.
No obstante, su histórica carrera como entrenador en la Isla, era poco conocido públicamente más allá del gimnasio, de la lucha y escasas notas sobre su relevante personalidad se encuentran.
Sus restos fueron sepultados este miércoles en el Panteón del Deporte de la Necrópolis de Colón.
