Texto: Raúl del Pino
Foto: RL Hevia
Los Cocodrilos de Matanzas llevan algunos años ya en el ojo público debido a su capacidad para atraer a jugadores que salieron de Cuba en el pasado y luego decidieron regresar. Muchos se preguntan qué tiene esa provincia o qué ofrecen sus autoridades para que sea el lugar escogido cada vez por más peloteros, incluso aunque no se hayan formado en ese territorio, pero nadie le hado respuesta.
Esa polémica se ha incrementado este año con las nuevas adquisiciones del avileño Rusney Castillo y el camagüeyano Dariel Álvarez, ambos con experiencia en Grandes Ligas, y que ahora junto a otro ex MLB como Erisbel Arruebarruena, forman un trío que ha pasado a la historia de la pelota antillana.
Precisamente, los tres flamantes ex ligamayoristas convergieron por vez primera en un mismo juego esta semana, durante la vista de Matanzas al estadio Latinoamericano por la segunda edición de la Liga Élite. Esa oportunidad fue aprovechada por el periodista Guillermo Rodríguez para acercarse al mánager yumurino Armando Ferrer e indagar sobre la gestación de esos “fichajes”.
Pero cuando muchos aficionados podían imaginarse que el experimentado piloto tenía una fórmula mágica para traerlos, su respuesta dejó boquiabierto a más de uno: “Yo no he llamado a nadie para que venga a jugar aquí, todos ellos han tenido el interés y me han llamado, y yo les he dicho las condiciones”, explicó.
El estratega agregó que uno de los requisitos es no haber desertado de un equipo nacional, y “lo otro es un derecho que tiene todo cubano de repatriarse, tanto atletas como una persona civil”. Sin embargo, aquí Ferrer no está del todo acertado porque justo esa condición fue suprimida por la Comisión Nacional este año para facilitar el trámite de retorno.
El capitalino Yasmani Tomás, otro que cuenta con un pasado en la Gran Carpa, fue el primero en beneficiarse de que quitaran la repatriación como un requisito en junio último y pudo jugar los playoffs de la 62 Serie Nacional con Industriales.
Asimismo, el timonel campeón de la Serie 59 también manifestó su deseo de que otras provincias puedan imitar a la suya: “Yo quisiera que cada manager tenga la posibilidad y que lo haga. La incorporación de esos atletas eleva el nivel de nuestro beisbol, y aunque ya no estén activos en Grandes ligas, jugaron allí y tienen una maestría que se puede trasmitir en el resto de los equipos”.
No obstante, las explicaciones no arrojaron luz sobre el verdadero motivo que hace que estos jugadores con pasado profesional, que obviamente no regresan a Cuba en busca de mejorar su situación económica, escojan a los Cocodrilos por encima de, por ejemplo, Industriales, el autodenominado equipo insignia de la pelota cubana.
Quizás la cercanía con el balneario de Varadero sea un elemento de peso a tomar en cuenta, o puede que las autoridades de ese territorio muestren algún tipo de empatía o flexibilidad de la que carecen en otras provincias. Todo parece indicar que las preguntas habrá que hacérselas a los protagonistas y esperar que sus respuestas sean de Grandes Ligas, y no de Serie Nacional, como las de Ferrer.
Yo pregunto? por qué esos peloteros no regresan a su terruño?
Una simple respuesta, esos peloteros adquirieron prestigio al ganarse un puesto en las Grandes y necesitan mantener ese prestigio jugando aquí con un gran equipo que en los últimos años ha estado en la élite como lo es Matanzas.