Foto: as.com
Texto: Manolo Vázquez
Después de una primera mitad con gran dominio del PSG y protagonismo del tridente Neymar-Mbappé-Di María, así como de ambos laterales, Bakker y Florenzi, quienes pasaron la mayor parte del tiempo en cancha rival, los locales se adelantaron en la ida semifinal de la Champions League gracias a una combinación sudamericana.
En el minuto 15, el argentino Ángel Di María cobró un tiro de esquina tan preciso que el defensor central y capitán, el brasileño Marquinhos, solo tuvo que desviarlo levemente con la cabeza para descolocar a Ederson, el guardameta de los ciudadanos.
Del otro lado, el Manchester City solo consiguió rematar en par de ocasiones entre los tres palos durante los primeros 45 minutos, pero el costarricense Keylor Navas borró las posibilidades de peligro y dejó su arco en cero sin mayores complicaciones, en lo que parecía un compromiso con acento francés.
Pero esa idea inicial era tan solo un espejismo, pues la historia aún no estaba escrita y se completaría absolutamente en lengua inglesa. Fue en el complementario cuando la tropa de Pep Guardiola comenzó a embotellar a un conjunto parisino que a cada minuto fue defendiendo un poco más la diferencia mínima, y a la postre terminó pagando caro.
En el minuto 64 De Bruyne, el capitán del club visitante, sacó un centro que parecía intrascendente, pero terminó colándose en el fondo de las redes ante un Keylor que esperó hasta el último momento con la idea de reaccionar a un remate desde la corta distancia, que nunca llegó.
Seguidamente (minuto 71) una falta cobrada por Mahrez regaló la remontada a la escuadra visitante, cuando la barrera se abrió inexplicablemente para que con un zurdazo el francoargelino convirtiera el 2-1 definitivo.
La tapa al pomo la puso el mediocampista senegalés Gueye, cuando recibió la tarjeta roja por una falta durísima sobre Gundogan en el 77, acontecimiento que dejó a los parisinos con un hombre menos y el choque cuesta arriba de cara al cierre. Lo cierto es que las dos dianas de visitante conseguidas por los discípulos del técnico catalán, Pep Guardiola, casi dejaron en punto de mate la eliminatoria.
El próximo 4 de mayo se jugará en suelo inglés la vuelta de este cotejo, mientras que un día después se volverán a ver cara a cara Real Madrid y Chelsea, que no pasaron del empate a uno en la capital española, pero la revancha tendrá lugar en territorio londinense.
