Foto: Frank Darío Jarrosay Manfuga| Facebook
Texto: Fede Gayardo
Un cubano prisionero en Ucrania ofreció declaraciones por primera vez sobre su experiencia en el frente de batalla ruso y los motivos que lo llevaron a formar parte del conflicto bélico.
Frank Darío Jarrosay Manfuga, de 35 años y natural de Guantánamo, es maestro de matemáticas y músico. Ahora es uno de los prisioneros de guerra en Ucrania y ha ofrecido sus declaraciones exclusivas a Diario Las Américas.
En la entrevista, realizada por Orlando Gutiérrez-Boronat, secretario nacional de la Asamblea de la Resistencia Cubana (ARC), Jarrosay Manfuga, explicó en un primer momento que no buscaba la guerra, solo huía de “la pobreza, la falta de libertades y el control asfixiante del régimen castrista, que se adentra en cada aspecto de la vida de los cubanos”.
Según contó, su viaje a Rusia significaba en ese momento “una oportunidad de progreso”, un supuesto trabajo que terminó siendo un contrato para luchar de la parte rusa en su conflicto con Ucrania.
“Muchos, como él, fueron víctimas de supuestas ofertas de trabajo y terminaron luchando en una guerra que no les pertenece”, indica el citado medio, a la vez que recalca las palabras del cubano: “Vine aquí por necesidad”.
Jarrosay Manfuga agregó que “el cubano pasa mucho trabajo, y que te pongan en un lugar como este, con todo tipo de alimentos y promesas, y uno dice: esto es sólido. Pero cuando uno firma el contrato ve la vida diferente.
Sobre su experiencia al llegar a Rusia recordó: “Cuando vine aquí me sorprendió la guerra. Me dijeron ponte el uniforme, ve aquí y dale para adelante”.
En cuanto al campo de batalla contó que vio morir a cuatro cubanos en un bombardeo realizado por Ucrania. “Eso fue el domingo 14 de febrero, tengo que ver el almanaque, tal vez la mente me falla. Pero también vi morir 15 rusos. Todos eran jóvenes. Esto ocurrió en un bombardeo ucraniano contra una base rusa en Donetsk”, contó el joven de la isla.
En sus declaraciones afirma que, a pesar de todo esto, no desea regresar a Cuba. “He tenido el placer de hablar con algunos que fueron a Angola, que ya no tienen fuerzas, y me dicen: esto no sirve. Si el pueblo está desatendido, qué les va a interesar esa gente. Reciben una pensión por combatientes, 200 pesos y dale (nada más). Eso es menos de un dólar”, lamentó Jarrosay Manfuga.
Luego de todos sus años en Cuba, el joven mantiene la idea de que “no se puede vivir en Cuba, ni aunque tengas talentos. Muchos zafan”.
No obstante, afirma ser consciente de que “cada cual tiene su forma de ver la vida. No me gusta hablar sobre mi futuro, el futuro es incierto. Solo Dios lo sabe”.