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¿Qué pasará con el icónico Malecón Habanero?

Fotos: Jorge Luis Borges

Texto: Karla Castillo

En el mundo entero es conocido el valor del Malecón Habanero para la ciudad, e incluso para el país, como símbolo cubano identitario, de ahí, que cambios en su imagen y estructura provocan más de una opinión a favor y en contra, como ha sucedido recientemente.

La polémica alrededor del famoso muro viene desde que, como parte del Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático, Tarea Vida, se anunció que en este año comenzaría la rehabilitación del malecón habanero para evitar inundaciones costeras, tanto marítimas como pluviales.

Cubanos en malecón habanero

Algunos vecinos se oponen a la elevación del muro de este emblema de la capital de la isla, muchos otros temen a su vez, que la obra de restauración, y la elevación del muro, cambien de manera definitiva el lugar al que habitualmente se llega para conversar, pasar ratos divertidos, disfrutar del mar y el paisaje, pescar y todas esas otras actividades que con los años han hecho que se establezca un vínculo cercano entre el malecón y los cubanos.  

Este domingo, a raíz de la polémica que se desató, los medios estatales aseguraron que no se afectará la imagen urbanística, y que la altura del malecón no superará los 1.25 metros respecto al nivel de la acera, además, eso no sucedería en toda la barrera.

La acción forma parte de un proyecto que se desarrolla desde hace aproximadamente 30 años e incluye cuatro etapas, la primera de ellas implica un cambio de la geometría del muro y de su elevación hasta donde la arquitectura lo permita, porque la estructura actual no es lo suficientemente eficiente para disipar la energía de la ola, y por lo tanto rebasa el muro y hace que entre mucho caudal de agua.

El plan continuaría con la colocación de vermas, (terraplenes debajo del nivel agua) que impedirán el ataque de la ola con toda la fuerza actual, y ello el nivel de solución llegaría hasta un 70 por ciento aproximadamente. La tercera fase sería la introducción de diques sumergidos y finalmente se ubicarían elementos disipadores existentes en la hidráulica, como los yaquis.

A modo general, se calcula que esas etapas, a realizarse más de cinco años, permitirían resolver el problema de las inundaciones en la zona, con una efectividad entre el 90 y 100%, y el resto, lo demás quedaría en los sistemas de drenaje.

Toda esa explicación ha sido compartida por medios oficiales, y a través de imágenes, han demostrado cómo terminaría el muro, igual, han detallado que la primera etapa incluye lo que se conoce como el malecón tradicional, desde La Punta hasta la calle Marina, y los rompeolas antes mencionados se colocarán a una distancia de 30 a 40 metros de la orilla.

Resta por ver con el transcurso de los años, la forma que irá tomando ese símbolo tan cubano y si los cambios serán tan efectivos contra las inundaciones como han explicado los directivos, mientras, el muro seguirá siendo visitado por aquellos que lo han convertido en el famoso sofá de La Habana.

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