Texto: Mónica Fernández
En las primeras semanas de la presidencia de Joe Biden, empleados de la Administración Obama están regresando discretamente a la Casa Blanca y al Departamento de Estado. Si bien Cuba no parece ser una prioridad en la agenda, ya dos puestos claves han sido cubiertos con diplomáticas expertas en el caso cubano.
La Embajadora Roberta Jacobson fue nombrada Asistente Especial del Presidente y Coordinadora de la Frontera Sudoccidental; y Emily Mendrala es la nueva Subsecretaria Adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, atendiendo Cuba y la migración regional.
Como Secretaria Adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson fue la contraparte de Josefina Vidal – actual Embajadora de Cuba en Canadá – para las negociaciones que llevaron en 2015 al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos. Durante la Administración Trump, Jacobson fue designada Embajadora de los Estados Unidos en México, puesto al que renunció en 2018. Desde entonces se desempeñó como consejera del Albright Stonebridge Group y como conferencista en universidades. Su cuenta personal de Twitter aún no refleja el nuevo cargo, ni aparece su biografía en la web de la Casa Blanca, pero el Departamento de Estado ya publicó la que probablemente sea su primera actividad pública oficial: una conferencia de prensa telefónica sobre la política migratoria en la frontera de Estados Unidos-México.
Emily Mendrala es un poco menos conocida, pero muy cercana al tema Cuba. Durante la Administración Obama, fue Directora de Asuntos Legislativos en el Consejo de Seguridad Nacional, y trabajó en el Departamento de Estado como Asesora Especial del Coordinador de Asuntos Cubanos. Al igual que otros muchos funcionarios, abandonó el servicio federal durante la Administración Trump. Durante los últimos cuatro años, Emily Mendrala se desempeñó como Directora Ejecutiva del Centro para la Democracia en las Américas (Center for Democracy in the Americas, CDA) desde donde en no pocas ocasiones expresó su desacuerdo con la política de la Administración Trump hacia Cuba. «Necesitamos una política hacia Cuba que apoye a las familias cubanas y funcione en interés del pueblo estadounidense«, dijo en junio de 2020 a través de un comunicado de prensa. Desde CDA mantuvo contacto con sectores no controversiales de la sociedad civil y la comunidad de emprendedores cubana, por lo cual Mendrala cuenta con un conocimiento reciente y de primera mano para el desempeño de su actual cargo. Algunas pistas de su futura gestión quizás puedan encontrarse en The United States and Cuba: A New Policy of Engagement, un documento publicado por CDA el 17 de diciembre de 2020. Queda pendiente ver cual será su postura respecto a temas sensibles, entre ellos los derechos humanos, el periodismo independiente y la oposición política.
Tanto Roberta Jacobson como Emily Mendrala posiblemente centrarán sus esfuerzos inmediatos en el tema migración. Los cubanos están hoy en el centro de la crisis en la frontera de los Estados Unidos con México. La suspensión indefinida del programa de reunificación (Cuban Family Reunification Parole Program, o CFRP por sus siglas en inglés) ha dejado en el limbo migratorio a miles de familias. Se estima en decenas de miles los ciudadanos cubanos que esperan asilo en la frontera, mientras otros han cruzado ilegalmente. Hay cubanos que llevan más de un año en centros de detención, y nadie sabe cuántas vidas se han perdido en la travesía a través de las selvas centroamericanas o el Golfo de México. La semana pasada un joven de 23 años murió tratando de cruzar el Río Bravo, tras recibir disparos de un agente de la patrulla fronteriza. La crisis económica de Cuba se agrava, por lo cual el flujo migratorio de cubanos hacia los Estados Unidos no se detendrá a corto plazo. Este es el principal desafío que deberán afrontar estas dos diplomáticas antes de enfocarse en otros temas de la política estadounidense respecto a Cuba.
