Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Fede Gayardo
Faltan días para cambiar el calendario y darle la bienvenida a diciembre. Con la llegada del último mes del año se anuncian las celebraciones familiares más esperadas del año. La Noche Buena reúne alrededor de las mesas a amigos, parejas y familiares para celebrar una fecha en la que la comida no puede faltar.
En Cuba el plato fuerte estrella que acompaña a la yuca con mojo, los tostones, el arroz blanco y los frijoles es, sin dudas, el lechón asado. Así ha sido tradicionalmente aunque hoy muchos se preguntan si la carne de cerdo reinará en los hogares cubanos para decir adiós al 2024.
Si durante todo el año se ha visto el precio de la carne de cerdo escalar a niveles astronómicos, estas fechas hacen que alcance la cúspide, convirtiéndose en un alimento casi prohibitivo para muchas familias del país.
Según datos revelados por el medio no estatal 14ymedio, la libre de carne del “mamífero nacional” se encontraba esta semana en el mercado de 19 y B, en La Habana, a 1000 pesos cubanos (CUP), el doble del valor por el que se vendió el pasado año.
Las otras opciones con piel, grasa y hueso estaban cerca de los 900 CUP, mientras que por unas costillas el monto ascendía a 850 CUP.
Los comentarios de los usuarios revelan que lo que se conseguía antes con aproximadamente 5000 CUP para hacer una o dos comidas para cuatro personas hoy es imposible de comprar.
A finales del año pasado, la libra de cerdo llegó a los 500 CUP, algo que pareció mucho para los cubanos, teniendo en cuenta los salarios y la situación de la isla. No obstante, cuando arrancó el 2024 la subida fue estrepitosa, sobrepasando los 1000 CUP en el primer cuatrimestre.
Luego, comenzó un ligero descenso, pudiéndose comprar la libra a aproximadamente 800 CUP, pero desde la arrancada de este último trimestre ha vuelto a apuntar alto, y aún quedan los días más cercanos al fin de año.
El citado medio digital apunta que “el precio de la carne de cerdo siempre ha funcionado como un termómetro para medir el estado de la economía doméstica cubana”. El problema radica en que, anteriormente las diferencias estaban en la parte del animal que se consumía y que marcaba un cierto “nivel adquisitivo”, algo que ahora queda reducido a si se puede consumir en los hogares o no.
Los cubanos recuerdan cómo anteriormente era posible con un salario medio adquirir una pieza de cerdo para celebrar en familia. Hoy, según los precios a los que se vende la carne del animal, resulta imposible. Una pieza de cerdo, en cualquier mercado de la capital cubana podría sobrepasar los 10 000 CUP.
Algunos de la isla han llegado a comparar esta carne con el oro, sumándose así a la larga lista de productos alimenticios que alcanzan la categoría y valor de “metal precioso”. Comprar un trozo de puerco vale más y representa más en la Cuba de hoy que colgarse al cuello una ostentosa cadena de oro.
Las razones de esta cuestión son varias, empezando por la escasa producción nacional y pasando por la importación de carne de cerdo de otros países como EE.UU. En el primer caso, el factor principal es la carencia de productores debido a la falta de alimentos para mantener las crías, las dificultades para el traslado y refrigeración de la carne, entre otras dificultades que enfrentan los campesinos cubanos.
Por ahora hay que esperar a ver si el animal no sigue “volando alto” y algunos cubanos pueden permitírselo en sus mesas. También habrá que rezar para que quienes lo hayan comprado con tiempo no sufran los largos apagones que impedirían su congelación. En Cuba continúa la incertidumbre, en todos los aspectos, pero esta se hace más presente cada día a la hora de poner la mesa.