Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Fue el Adelantado Don Diego Velázquez de Cuéllar quien escogió el lugar en el que sería fundada la cuarta villa de Cuba, lejos de la costa para evitar los ataques de piratas. La población incipiente fue también el sitio escogido por Fray Bartolomé de las Casas para dictar su célebre Sermón del Arrepentimiento, en el que condenaba la esclavitud a que eran sometidos los aborígenes originarios.
Ese momento histórico fue justamente el 4 de junio de 1514, durante el acto simbólico de fundación de Sancti Spíritus, la única villa intrincada tierra adentro y con un nombre en latín. Poco duró la comarca en aquel paraje, pues en 1522 ya estaban los conquistadores y sus esclavos armando los bártulos para mudarse a las márgenes del río Yayabo, un cauce de agua que auguraba más prosperidad.
Y la promesa se cumplió, porque en el nuevo asentamiento floreció la cuarta villa de Cuba, un núcleo urbano que comenzó a expandirse tímidamente hasta llegar a la ciudad que es hoy.
En el contexto por el aniversario 509 de Sancti Spíritus, Cuba Noticias 360 resume los sitios más icónicos de una localidad que amalgama una arquitectura de ensueño con la idiosincrasia bonachona y casi rural de sus habitantes.
Iglesia Parroquial Mayor
Es el monumento arquitectónico más antiguo e importante de la villa. Muchas fueron las vicisitudes que atravesó la iglesia desde su construcción de paja, guano y adobe, hasta que se erigió la parroquia que en 1612 recibió los beneficios de la restauración.
Levantada con ladrillos, la Parroquial es una típica construcción del siglo XVII. Su frente remeda un frontón más alto que ancho y hay cierta elaboración arquitectónica en la puerta, las tres ventanas del cuerpo medio y el nicho del alto, enmarcados todos con pilastras y cornisamentos. La torre única a un lado tiene tres cuerpos cúbicos que disminuyen en ancho y en altura, y es de las más macizas y altas del período colonial.
La Iglesia Mayor espirituana conserva influencias del arte mudéjar, que emplea formas y técnicas árabes fundidas con la arquitectura cristiana, tomadas del ambiente andaluz prevaleciente en la Sevilla de la primera mitad del siglo XVI. Tardó 80 años en ser edificada y refleja el tesón de los constructores de entonces. En 1911 se le agregó un reloj en el cuerpo central.
Actualmente constituye el recinto de mayor importancia para los feligreses católicos de la localidad.
Puente sobre el río Yayabo
Edificado por una necesidad creciente de comunicación entre ambas márgenes del río, el viaducto es el único en Cuba con cinco arcos. Bajo la supervisión de los maestros albañiles andaluces Blas Cabrera y Domingo Valverde, la primera piedra se puso en 1817 y en su diseño primó el estilo románico. Para su construcción se emplearon materiales salidos del mismo entorno espirituano: ladrillos de barro, cal y arena.
Puestos a plomo, los grandes ladrillos sobre una mezcla de tercio de cal fueron aportando hilada tras hilada hasta alcanzar la altura necesaria. La tradición popular habla de la utilización de leche de vaca, de chiva o de burra para agregar poder aglutinante a la mezcla, lo que, lógicamente, no ha podido ser probado.
Tras vicisitudes de todo tipo, principalmente por falta de dinero, 14 años después de iniciada la obra el puente se concluyó en el primer semestre de 1831.
Hoy se mantiene comunicando las poblaciones que crecen a ambos lados del río y es, además, imagen imprescindible en fotos, postales promocionales y cuanto documento intente retratar la identidad cultural de la villa del Yayabo.
Teatro Principal
El 15 de Julio de 1839, con la cooperación resuelta del vecindario, se inauguró el Teatro Principal. Su constructor, el maestro de obra Blas Cabrera, empleó 11 meses en su edificación. El coliseo respondía a las características del estilo neoclásico y copiaba en parte al famoso Teatro Tacón de La Habana.
Con el paso del tiempo, el Teatro Principal fue víctima de un rosario de calamidades: cuartel en 1868, vio arder la madera de sus palcos y escenario para utilizarla como leña de cocina; en la década de 1890 fue sucesivamente hospital de sangre, albergue de reconcentrados, alojamiento de tropas y de nuevo cocina.
Sometido a constantes reparaciones, el Teatro Principal tuvo que sufrir incluso la infeliz decisión de convertirlo en un cine, a partir de 1974. Tras una nueva remodelación a propósito del 500 aniversario de la ciudad, le fue devuelto parte del esplendor de antaño.
Es el teatro cubano más antiguo todavía en pie. Por su escena desfilaron personalidades del mundo artístico de la talla de Juventino Rosas, el violinista Brindis Salas, compañías de teatro vernáculo, el Ballet, la Ópera y la Orquesta Sinfónica Nacionales, así como artistas y compañías contemporáneos de probada calidad.
Parque Serafín Sánchez
Es el área principal de la ciudad de Sancti Spíritus, centro recreativo, cultural y comercial por excelencia de la urbe, cuyo entorno está conformado por edificaciones de diferentes épocas. Su historia se remonta al siglo XVII, al erigirse en el área la ermita de la Veracruz en el año 1690 y fundarse a su lado, en 1716, el Convento de San Francisco. Al frente había un espacio vacío al que llamaban Plaza de San Francisco o Plaza del Convento.
Durante las guerras de liberación del siglo XIX, la Plaza perdió esplendor y sus edificios religiosos fueron dedicados a cuarteles y hospitales que los deterioraron, en 1899 comenzaron a demolerlos. La Plaza cambió drásticamente: fue demolido también el convento y toda el área transformada en parque.
En 2014, durante las acciones de reconstrucción se encontraron vestigios de la existencia del Convento de San Francisco y de la Iglesia de igual nombre, además de restos de elementos de vajilla, clavos, herraduras, cerámica, pisos, muros muy antiguos y restos de esqueletos humanos.
El nuevo diseño, valorado en 700 000 pesos, tiene una fuerte influencia de la época republicana. Para lograr el parque actual, debieron restablecerse las áreas verdes, reconstruirse las aceras y pavimentarse las calles; además se instalaron 133 bancos y 42 luminarias, se remodeló la glorieta y se sembraron nuevas palmas, elemento que distingue la nueva plaza.
Bulevar
Asentado en una de las arterias más concurridas de la ciudad, la calle Independencia, históricamente dedicada a actividades comerciales, el bulevar de Sancti Spíritus surgió ya entrado el siglo XXI, cuando se cerraron los accesos por el parque Serafín Sánchez y por la calle Agramonte, y el habitual pavimento de asfalto fue cubierto por imponentes planchas de granito.
Dos largas cuadras y dos boquetes tradicionales conforman la fisonomía de esta vía peatonal en la que conviven casas de familias con instituciones culturales, gubernamentales y de servicios, todo lo cual condiciona el bullicio que impera allí durante buena parte del día.
No obstante, los propios espirituanos lamentan que el bulevar parezca una zona muerta después de las cinco de la tarde, situación que empeoró tras la pandemia y la crisis económica que ha contraído ostensiblemente las opciones comerciales y de recreación de la singular arteria.
Parque de La Caridad
Su nombre oficial es Parque Antonio Maceo, pero se conoce popularmente como Parque de La Caridad por encontrarse en su perímetro la segunda iglesia erigida en la isla a la patrona de Cuba. Hoy constituye un escenario privilegiado de encuentros, paseos, descanso de adultos de la tercera edad y juego de los niños.
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Dotado desde 1865 de jardines, bancos y alumbrado público de gas, en la segunda década de 1900 la plaza servía de escenario a retretas y competencias de coros que amenizaban la vida cultural de la población.
Considerada la segunda plaza local en extensión, posee a su alrededor viviendas con valores patrimoniales de diferentes tipologías constructivas. Su posición favorece la conexión entre los diversos servicios y funciones del área, como farmacia, funeraria, museo, panadería, barbería, mercado y viviendas.
Casa de la Guayabera
La otrora Quinta Santa Elena, edificación de estilo neoclásico ubicada en una de las márgenes del Yayabo y muy cerca del célebre puente, se ha convertido en símbolo de la ciudad de Sancti Spíritus.
La imponente casona alberga desde el 2012 uno de los más concurridos centros culturales de la ciudad: la Casa de la Guayabera, dedicada a la promoción de una prenda de vestir que identifica a este país en el mundo, y que, aseguran algunos, nació en esta región. Junto a la colección de guayaberas, cuenta con una galería de arte, salón para impartir conferencias, cafetería, áreas para el disfrute de música en vivo y grabada, así como un set para la producción de audiovisuales; de ahí que constituya hoy un referente en el quehacer recreativo y cultural de Sancti Spíritus, un lugar de visita obligada para turistas cubanos y extranjeros