Foto: Jorge Luis Borges
Texto: Darcy Borrero
Una transmisión especial de la Televisión Cubana en la que aparecieron el presidente cubano Miguel Díaz-Canel y su antecesor en el cargo, Raúl Castro, fue la antesala de la publicación de varios Decretos Leyes y resoluciones sobre la implementaciónbbn del proceso de ordenamiento monetario del país.
La revisión implica los números del 68 al 76 de la Gaceta Oficial de la República, y es exhaustiva en cuanto a los ministerios que involucra al dar cuenta de los reajustes de la economía, las tarifas de servicios entre otras disposiciones.
Simplificado como proceso de Ordenamiento, este incluye a) Unificación monetaria y cambiaria, b) Corrección de precios relativos en el segmento de las personas jurídicas, c) Eliminación de subsidios excesivos y gratuidades indebidas, d) Transformación en la distribución de los ingresos de la población, en lo referido a salarios, pensiones y prestaciones de la asistencia social.
Como parte de esto, el Decreto-Ley No. 17 “De la implementación del Proceso de Ordenamiento Monetario” de 24 de noviembre de 2020, dispone la unificación monetaria y cambiaria, así como la transformación en la distribución de los ingresos de la población mediante la Reforma General de Salarios y Pensiones.
Además de establecer la tasa cambiaria única de 24 CUP por un dólar, el ordenamiento determina un salario mínimo de 2100 CUP, unos 87 dólares, y una pensión mínima de 1528, casi 64 dólares.
Para ellos dicta que se retire de la circulación el peso convertible, conocido como CUC e introducido a la isla en un momento de crisis para frenar la dolarizacion, en el plazo de ciento ochenta días contados a partir de su entrada en vigor.
Sin embargo, en el contexto actual de la desaparición del CUC, el país tiene una red de tiendas en Monedas Libremente Convertible, donde a través de tarjetas recargables —con dólares, libras, coronas danesas y suecas, yen japonés, entre otras—, se pagan productos de “alta gama”: alimentos y aseo escasos en los centros comerciales destinados a la venta en moneda nacional, que es en la que el Estado paga los salarios y pensiones a sus ciudadanos.
Cuentas claras
Con el salario mínimo (2100.00 CUP) que entra en vigor en enero/2021 tampoco un cubano va a poder pagarse un pasaporte ordinario (2500.00 CUP); la prórroga (250.00 CUP) sí.
Viajar al exterior siempre ha entrañado una idea de privilegio, que no cubre una pensión mínima (1528.00). Pero pongamos que el pasaporte es un lujo. Y que la pensión y el salario mínimos, como indican sus clasificaciones, son mínimos.
Ahora bien, la “balita” o cilindro de gas, y la electricidad, esas sí son dos hermanas que dejan caer todo su peso sobre el corazón del hogar. Hacia 2008, en una casa con solo un TV Panda, un par de ventiladores y un refrigerador americano de carapacho duro con motor soviético, se solía pagar menos de cien pesos por el servicio eléctrico.
Al llegar las ollas de la Revolución Energética, y una hornilla altamente consumidora, se hizo un pacto social con el que se introdujo la balita de reserva a 7 pesos cada seis meses en localidades como Arroyo Naranjo.
En cuanto a la balita, 110 pesos cada mes de manera “liberada” habría que tener en mano para cocinar dignamente.
Cuando al hogar hipotético llega el aire acondicionado —en un solo cuarto— y el aumento de tarifas de la Unión Eléctrica, el costo puede escalar hasta 500 cuando el verano obliga al uso incisivo.
Ahora las cosas han cambiado de nuevo, se multiplican también las tarifas del combustible para cocción (así le llaman) y la Energía Eléctrica correspondiente al sector residencial.
21.30 cada Kg (gas licuado) o 2.50 cada metro cúbico (gas manufacturado) no dice mucho si no se sabe cuánto contiene una balita para hacer cuentas. Mucho menos si en la web de Cubapetroleo (Cupet), no aparece información de valor al respecto y abundan en cambio referencias a actos de reafirmación revolucionaria.
No obstante, las tarifas para energía eléctrica en el tramo intermedio —el número 5 en la tabla—, entre 251 y 300 Kwh multiplicado por 4 pesos, serían máximo 1200, solo en electricidad en un mes.
Pongamos que nuestras familias son funcionales, pongamos además e independientemente de si son funcionales o no, que nadie vive solo. Que los gastos del hogar son compartidos.
Pongamos, sin embargo, que en dos o tres años nuestras madres y tías serán jubiladas. Las que han trabajado toda la vida en el sector estatal serán jubiladas con un mínimo de 1528 pesos cubanos.
