Texto: Karla Castillo
Sin toda la fanfarria habitual, aunque no le faltaron los fuegos artificiales, el Super Bowl LV, evento insignia de la National Futbol League (NFL), se celebró este fin de semana en Tampa, Florida, anteponiéndose a la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 en Estados Unidos.
Fue una celebración más discreta, ya que generalmente el Super Bowl es una justificación perfecta para fiestas y un tremendo espectáculo, acompañado de la transmisión televisiva en la que los comerciales del medio tiempo son igualmente llamativos para los más de 100 millones de espectadores que suelen sintonizarlo.
La pandemia de la Covid-19 le pasó factura al evento, que tuvo que readaptarse y reducirse, aun cuando reinaba un gran entusiasmo porque los Bucaneros de Tampa Bay (Tampa Bay Buccaners) se convertirían en el primer equipo de la NFL en disputar un juego de campeonato en casa, el Estadio Raymond James.
El choque entre Tampa Bay y los Kansas City Chiefs, ocurre mientras las esperanzas de los Buccaners están puestas en Tom Brady, quarterback que a los 43 años jugó su décima Super Bowl, en busca de su séptimo título, y lo hizo en su primera temporada en este equipo, tras cerrar una página dorada de la historia de la NFL en los Patriots junto al entrenador Bill Belichick.
Los Kansas City Chiefs, campeones hasta esta edición, llegaron con Patrick Mahomes a los mandos, quien además es llamado a ser el sucesor de Tom Brady. Hasta ahora, los Tampa Bay llevan la ventaja y parecen alzarse como campeones.
Pero un momento esperadísimo del evento siempre es el espectáculo del medio tiempo, por el que han desfilado famosos artistas a lo largo de los años, en 2020 fueron Shakira y Jennifer López, mientras este 2021 le tocó a The Weeknd.
Con una chaqueta roja brillante, Abel Tesfaye (The Weeknd) inició su acto con “Starboy”, para continuar con una selección de clásicos y nuevas obras de su repertorio, como “The Hills”, “Can´t Feel My Face”, “I feel it coming” y, por supuesto, cerró con “Blinding Lights”.
Tuvo una de las mayores plataformas de la historia, la cual colocó contrario a lo acostumbrado, en una de las tribunas del estadio. Destacó el gran despliegue de producción (el mismo artista anunció anteriormente que pondría siete millones de dólares de su bolsillo para lograr la presentación de sus sueños).
The Weeknd se movió entre luces, brillo, fuegos artificiales y rodeado de bailarines que, usando los vendajes característicos de su álbum “After Hours”, portaron además las mascarillas, símbolo de lucha contra el coronavirus.
Se esperaba la aparición de Miley Cyrus, pero no ocurrió, de hecho, no hubo invitados en esta ocasión, algo criticado por varios espectadores, y es que, aunque para muchos el espectáculo fue lo máximo, las redes se encuentran divididas entre los que creen que el artista se quedó corto y los que amaron el show, así como llueven las comparaciones con ediciones anteriores y las presentaciones de otros artistas.
Es noticia además, que Shakira ha superado en tendencias de Twitter a The Weeknd, luego de su show en el Super Bowl 2021, y quizás eso sea ejemplo de lo fría que muchos sintieron la actuación del artista.
Había muchas expectativas sobre lo que había preparado Abel Tesfaye. Con pequeños problemas de sonido al inicio, pero un gran despliegue de efectos y toda la parafernalia, sucedió la esperada presentación, que quedó lejos de sus antecesoras encabezadas por U2, Prince, Beyoncé, y las muy mencionadas Shakira y Jennifer López.
