Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: Cover
Ha pasado más un año que Alejandro Sanz, con el “corazón partío”, anunciaba la ruptura con la artista visual cubana Rachel Valdés, con quien mantuvo una relación durante 3 años.
Quizá dejó que pasara este tiempo para poder escribir y estrenar Palmeras en el jardín, en la que, claramente, ha escarbado en el recuerdo, en los momentos en los que estuvieron juntos. Algunos se preguntas si, esta canción, podría significar el cierre de un ciclo para comenzar en otro. De cualquier manera, el sencillo es la antesala de un disco que ya está grabando y que promete ser “una nueva etapa en su carrera”.
La canción, producida por los ganadores al Latin Grammy – Casta (Manuel Turizo, Karol G) y Spreadlof (Sebastián Yatra, Shakira, Rosalía), está acompañada por un impactante videoclip rodado entre Madrid y Miami, bajo la dirección del francés Greg Ohrel y Réne Pérez (Residente).
Sanz, recordemos, recibió recientemente el prestigioso Premio Billboard por su destacada trayectoria, siendo unos de los artistas españoles con más premios, contando con 24 Latin Grammy y 4 Grammy en su palmarés.
“Yo siempre he sido igual de explícito. Pasa que quizá no se sabía a quién iban dirigidas, pero todas mis canciones tienen una destinataria. Y si fuera ella, Mi soledad y yo, Amiga mía, Lo ves; todas tienen nombre y apellido. Lo que sucede es que, en esta ocasión, me tocó vivir una cosa difícil en un momento en el que todos se enteran de lo que pasa en la vida de los demás”, declaró el artista a Los Angeles Times.
“Cuando sabes la historia, ya tienes un cierto morbo, si lo quieres llamar así. Lo que pasa es que mis musas son muy golfas y nunca vienen cuando estoy en un momento bueno; siempre vienen cuando estoy un poco jodido. Y me dejo llevar por la situación. Si saben la historia, bien, y si no la saben, también bien. A mí lo que me gusta es cuando la gente viene y te dice: Oye, esta canción quiere decir esto, ¿verdad? O te cuentan una historia de lo que se imaginan que es la canción”, agregó Sanz.
