Texto: Hugo León
Foto: Daniel Hernández Salazar | Shutterstock
Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, designó a Marco Rubio como asesor interino de Seguridad Nacional, tarea que se suma a la de Secretario de Estado.
Esta dualidad de cargos no ocurría en Estados Unidos desde los tiempos de Henry Kissinger, una de las figuras más prominentes de la política en esa nación a lo largo de la historia.
Entretanto, Mike Waltz fue reasignado para servir como embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas. Aunque en un principio el escándalo de la filtración de datos en un chat de Signal fue tomado casi en broma por Trump y su equipo, al final, terminó ocurriendo lo esperado: Waltz perdió su puesto.
“Mike Waltz ha trabajado duro para poner los intereses de nuestra nación en primer lugar. Sé que hará lo mismo en su nuevo rol”, escribió Trump en Truth Social.
A principios de esta semana se le habría informado a Waltz que su tiempo al frente del Consejo de Seguridad Nacional había llegado a su fin. El ex Asesor de Seguridad Nacional perdió la mayor parte de su influencia tras agregar accidentalmente a un periodista a un chat grupal de una aplicación de mensajería sobre ataques militares muy sensibles.
Marco Rubio, el Secretario de Todo
No es la primera vez que se le pide a Rubio repentinamente que ocupe una vacante en el Gobierno de Trump, como cuando en febrero último el mandatario destituyó a la archivera nacional Colleen Shogan.
Para muchos analistas, la confianza de Trump en Marco Rubio y la trayectoria de este último en el partido republicano de la Florida, lo convierten en un claro aspirante para los más altos cargos de la actual administración. De hecho, al tener los cargos de Secretario de Estado y de Asesor de Seguridad Nacional, podría decirse que actualmente es una de las personas más influyentes e importantes de EEUU.
Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado, expresó confianza en que el secretario de Estado pueda manejar ambos roles.
“Él no habría aceptado una asignación si no pensara que podría hacerlo”, dijo, a lo que añadió que se trata de gestionar a las personas. Si alguien puede hacer esto, ciertamente el secretario, como he llegado a conocerlo, sería Marco Rubio, aseveró.
El nuevo cargo de Rubio llamó la atención de muchos debido a que es también el administrador interino de la USAID y jefe de la Administración de los Archivos Nacionales.
Por eso, el diario The New York Times lo bautizó como el “secretario de todo», y resaltan su habilidad para hacerse ver ante Trump como un fiel aliado y gran baza en política exterior.
