mayo 8, 2025
22.2 C
Havana

¡La Recarga 12X + Internet Ilimitado más barata aCuba! 😍

Del 7 de mayo al 16 de mayo ¡En Cuba recibirán 6000 CUP de Saldo Principal + Internet Ilimitado de 12 am a 7 am!

Recargar ahora

¿Cuánto cuesta una balita de gas en Cuba? El precio te va a dejar frío

Texto: Redacción Cuba Noticias 360

Foto: RL Hevia

Mientras el país acumula más de tres meses sin una distribución estable de gas licuado, los cubanos se ven obligados a recurrir al mercado negro, donde el precio de una balita puede llegar hasta los 30.000 pesos. Y sí, lo que antes era una necesidad básica, hoy se ha convertido en un lujo inalcanzable para muchas familias.

Fue desde marzo cuando CUPET reconoció que no habría más ventas hasta que llegara una nueva importación. Desde entonces, solo han salido a desmentir rumores en redes sobre supuestas descargas de gas en los puertos de Nuevitas y Santiago de Cuba. Pero no han ofrecido una fecha ni una solución concreta. La escasez, mientras tanto, sigue marcando la vida cotidiana en el país.

Claramente, surge una pregunta: si no hay distribución estatal, ¿de dónde sale el gas que se vende en las calles? Algunos testimonios de la población de Camagüey aseguran que parte del producto es desviado desde los mismos puntos oficiales, donde algunos trabajadores roban las cuotas. En algunos poblados, los puntos de venta “trabajan” más de noche que de día.

Una rápida búsqueda por sitios y plataformas de venta online revelan los precios que se están manejando. En Cienfuegos, por ejemplo, una recarga puede costar entre 25.000 y 30.000 pesos. En Sancti Spíritus, por su parte, hay reportes de ventas a 30.000 pesos fijos. Y en zonas de La Habana, los cilindros grandes se cotizan hasta en 40.000 pesos cubanos. Una cifra que supera los 120 dólares al cambio informal. Casi nadie puede pagarlo. 

A esta escasez, por si fuera poca, se suman los apagones. En muchas casas, cocinar ya no es posible ni con electricidad ni con gas. Ancianos, familias con niños, personas enfermas: todos enfrentan una realidad cada vez más precaria. “Desde octubre no logro comprar una balita”, comenta una vecina de Alamar. “Esto nunca había pasado”, dice otra desde Matanzas.

Y mientras el gas escasea, el miedo crece. Comprar en la calle implica exponerse a estafas, productos adulterados o ventas clandestinas sin garantías. Pero para muchos no hay otra opción. La necesidad obliga.

CUPET insiste en que el producto, hasta el momento, no se venderá en dólares y que cualquier cambio será informado oficialmente. Pero la población no espera comunicados: espera gas. No hay cronograma, no hay fecha estimada, y la paciencia se agota.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí