Foto: Marilyn Solaya | Facebook
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Terminada desde hace tres meses, “hasta donde podemos hacerlo en Cuba” y a la espera del financiamiento de la mezcla final y la masterización: así define la cineasta Marilyn Solaya el punto en que se encuentra su más reciente proyecto, Estrés, filme que a través de cinco historias retrata una parte de la realidad de la Cuba de hoy.
En un emotivo mensaje publicado en sus redes sociales a propósito del 1 de Mayo, la realizadora evocó la frase de María Moliner: “El trabajo es la única honestidad que nos queda”, y agradeció a quienes la siguen acompañando en la realización de este sueño a pesar de la crisis: “técnicos, choferes, eléctricos, auxiliares, asistentes, pantristas, ingenieros, secretarias, camarógrafos, contadores, traductores, especialistas de arte, sonido, fotografía, música, edición, producción y postprodución, colorista, ángeles de la guarda, chefs, extras y figurantes, diseñadores, actores y actrices, amigos que me escuchan y sostienen, colaboradores que se empeñan en que terminemos los procesos; periodistas, críticos, familiares que sufren el estrés de este oficio, pero alientan”.
A punto de mate, pero aún inconclusa, Estrés surgió de un proyecto presentado al Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) en 2016, a partir de un guion de Solaya asesorado por el destacado cineasta cubano Enrique Pineda Barnet.
Producido por el ICAIC, el largometraje cuenta en la fotografía con Rafael Solís, en el sonido con Irina Carballosa, en la dirección de arte con Maykel Martínez, en la música con Juan Antonio Leyva y Magda Rosa Galván, y en la edición con Octavio Crespo.
A ello se suma una pléyade de actores y actrices que son considerados “pesos pesados” de la escena cubana: Verónica Lynn, Mario Limonta, Aramís Delgado, Isabel Santos, Luis Alberto García, Héctor Noas, Patricio Wood, María Isabel Díaz, Clarita García, Iyaima Martínez y el cantautor Elain Morales.
De acuerdo con declaraciones de la cineasta a la prensa, esta es una producción que requirió de mucho esfuerzo, tanto del equipo de realización como de los actores, ya que contó con un presupuesto muy bajo de 40 millones de pesos, lo cual generó no pocas limitaciones en el rodaje.
“Es una película responsable, honesta, hecha para Cuba y sobre Cuba, que aborda temas que nos afectan, pero que son universales como los conflictos familiares vinculados a la migración, el cuidado de los adultos mayores, el impacto de la pobreza en algunos sectores de la sociedad”, comentó su también guionista.
Conflictos y situaciones límites de la vida cotidiana recorren las dos horas de duración del filme, que es también un canto al amor y a la esperanza.
Graduada de Licenciatura en Arte de los Medios de Comunicación Audiovisuales en la Universidad de las Artes de Cuba, Solaya tiene en su palmarés obras como En el cuerpo equivocado (2010) y Vestido de novia (2014), esta última galardonada en el Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana; el Festival de Málaga, España; y el Habana Film Festival, de Nueva York, además de ser nominada a los Premios Goya en la categoría de Mejor Película Iberoamericana.