Texto: Hugo León
Fotocollage: RRSS
La periodista jubilada Nora Susana López Díaz, atropellada por una motorina el lunes último, dentro de su gravedad se mantiene estable, aunque permanece intubada y alimentada por vía nasal, informó en la tarde de hoy la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) en la central provincia cubana.
Las primeras informaciones sobre el estado de salud de la convaleciente circularon en la red social Facebook, con imágenes que mostraban a una señora fuertemente golpeada.
La información de la UPEC señala que tras confirmar que se trataba de la integrante del gremio, hospitalizada y reportada de grave con pronóstico reservado, el ejecutivo de la organización acudió a la institución hospitalaria y se reunió con su director.
Allí conocieron que Nora estaba ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos y que contaba con todos los medicamentos para su tratamiento efectivo, señalan.
Asimismo aseguran que Nora cuenta con el apoyo de algunos amigos y de sus compañeros del gremio para garantizarle lo indispensable como aseo y otros artículos de primera necesidad.
Nora Susana López en difícil situación
En el texto la UPEC reconoce que Nora fue una activa y prestigiosa periodista de Radio Surco, emisora provincial de Ciego de Ávila, y actualmente es jubilada de la delegación de base de dicho medio.
Durante los últimos años, señalan, esta ha atravesado por difíciles situaciones personales y familiares, lo cual la llevó a deambular por algunas calles de la ciudad, desaliñada y poco lúcida.
Supuestamente, a la periodista se le ofreció una vacante en un asilo, la cual rechazó, en cambio sí aceptó una «ayuda única» que ofrece la organización que agrupa a los periodistas de la Isla a los miembros que la necesiten. «Ello nos hace afirmar que, si bien todos pudimos hacer mucho más por Nora, no estuvo desamparada por parte de la Upec avileña, ni por los amigos de la prensa que hicieron lo que en sus manos estuvo», alegan.
La historia de Nora es también la de muchos jubilados cubanos, y en especial de los del gremio del periodismo. Miles de personas adultas son abandonadas a su suerte a pesar del discurso oficial que asegura no dejar a nadie desamparado.
