Foto: Cristian Domínguez
Texto: Fede Gayardo
Durante el XIII Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) se anunció una inédita forma de pago para los campesinos que produzcan carbón vegetal, café, cacao y miel: una proporción de lo que reciban llegará en dólares (USD), siempre que el canal sea una de las 22 empresas estatales designadas para gestionar estas ventas.
Esto, según se explicó, podría ampliarse en el futuro a cultivos básicos como maíz, frijol, soja y arroz, cuya importación representa un enorme gasto para el gobierno cubano. Con un modesto incentivo en divisas, se proyecta reducir drásticamente el costo de adquirir esas importaciones.
Las firmas exportadoras retendrán buena parte de las divisas: en el caso del carbón vegetal, los productores apenas verán el 54 % de los ingresos, y un 16 % que no fue claramente explicado se destinaría a una suerte de “Impuesto Sobre el Valor Agregado (IVA)”.
Para la miel, se propone un pago de 650 USD por tonelada. Cuando el programa incluya al arroz, el campesino percibirá el 55 % en moneda fuerte; mientras que el 45 % restante se repartirá entre el grupo agrícola y un instituto de investigación, y la comercializadora aplicará un 37 % para cubrir transporte y logística.
La bancarización de estos pagos ha suscitado recelos, ya que tras la puesta en marcha de la Tarea Ordenamiento en 2021, los campesinos han sufrido retrasos y la escasez de liquidez en las cuentas en moneda libremente convertible, lo que limita su autonomía y el aumento de sus producciones.
Por último, el congreso ratificó que solo podrán vender al por mayor las entidades formalmente registradas, o sea, cooperativas, unidades empresariales de base o productores individuales, conforme a la Resolución 56/2024, una normativa que refuerza el control estatal y obliga a los privados a operar siempre a través de intermediarios del gobierno.