Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: RRSS
Sin previo aviso y en medio del horario laboral, los trabajadores del Canal 41 fueron informados de que debían abandonar el edificio en Hialeah Gardens. Fue el pasado 8 de mayo. Un fallo judicial acababa de ejecutarse y la nueva administración tomó el control de la estación. “Varias personas salieron con lágrimas en los ojos”, dijo uno de los presentes. Así terminó, al menos por ahora, una era de tres décadas de televisión hecha desde y para la comunidad hispana del sur de la Florida.
La orden llegó con carácter oficial. Según publicó el periodista Wilfredo Cancio Isla, la nueva directiva, respaldada por una sentencia judicial, hizo valer su derecho de propiedad sobre las instalaciones. La intervención estuvo encabezada por Emilio Braun y Ramón Diez-Barroso, quienes asumieron el mando a nombre del grupo mexicano Pegaso Televisión, tras años de disputa legal contra el anterior propietario, Carlos Vasallo.
Carlos Vasallo, empresario de origen gallego y figura central del canal por años, fue oficialmente apartado de la administración tras una asamblea de accionistas celebrada en abril. La Corte de Bancarrota del Distrito Sur de la Florida había determinado el 19 de marzo que Pegaso es dueño del 65 % de las acciones de la emisora. El canal llevaba desde 2019 en proceso de bancarrota, y ahora el desenlace toma forma concreta: cierre, desalojo y reestructuración total.
En una videoconferencia improvisada, el gerente de operaciones, Miguel Cossío, explicó que el canal debía cesar temporalmente su funcionamiento para implementar los cambios exigidos por la nueva administración. La directora de Recursos Humanos, Daisy León, se encargó de comunicar a todo el personal que no debían regresar a la estación hasta nuevo aviso. Andrés Reynaldo, jefe de información, también participó en el operativo de cierre.
La medida no solo afecta al personal, sino también a una audiencia fiel que encontraba en América Tevé un canal con una mirada crítica hacia la realidad cubana y latinoamericana. Programas como A Fondo, conducido por Juan Manuel Cao, quedaron suspendidos. Con su estilo frontal y su enfoque político sin concesiones, el espacio había ganado un lugar destacado entre los cubanos en el exilio.
Desde el viernes, la señal del canal sigue al aire con programación enlatada y repetida. Un pequeño equipo técnico mantiene el sistema operativo básico, mientras los nuevos dueños estudian cómo preservar la licencia, reestructurar contenidos y relanzar la imagen de la emisora. No hay fechas claras. Tampoco se ha confirmado qué programas volverán ni qué talentos serán recontratados.
La radio hermana, América Radio (1260 AM), logró esquivar el impacto más fuerte. Su equipo fue trasladado a nuevas instalaciones en Miami, desde donde siguen transmitiendo sin interrupciones. La señal, por ahora, mantiene su programación habitual, lo que representa un alivio parcial para sus oyentes más fieles.
Fundado en 1994 por el empresario argentino Omar Romay, América Tevé fue durante años la principal voz audiovisual del exilio cubano. Llegó a marcar hasta un 10 % de cuota en el competitivo mercado hispano del sur de Florida. Hoy, ese legado queda suspendido, esperando si la nueva administración podrá —o querrá— recuperar el espíritu crítico y comunitario que hizo grande al Canal 41.