Texto: Hugo León
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La Corte Suprema de los Estados Unidos resolvió hoy que la administración de Donald Trump puede revocar el parole humanitario, programa bajo el cual se beneficiaron más de 500 mil migrantes de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití.
La resolución da respuesta a la solicitud de emergencia presentada por Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, para poner fin al programa impulsado por el ex presidente Joe Biden para permitir a ciudadanos de esos 4 países vivir y trabajar temporalmente en la nación norteamericana.
Los jueces liberales Sonia Sotomayor y Ketanji Brown Jackson disintieron de la decisión, y este último valoró que la corte no tomó en cuenta “las devastadoras consecuencias de permitir que el Gobierno ponga fin precipitadamente a las vidas y medios de subsistencia de casi medio millón de no ciudadanos con reclamos legales pendientes”.
La jueza de distrito de Massachusetts Indira Talwani había dictaminado que la actual administración no podía eliminar el estatus de todos los migrantes sin ver sus casos de manera individual, razón por la cual el gobierno impugnó el caso ante la Corte Suprema.
En documentos judiciales, la administración señaló que Talwani no tenía autoridad para pronunciarse sobre el caso y que Noem tenía la autoridad para terminar el programa en virtud de la ley de inmigración vigente.
Beneficiarios y patrocinadores del parole impugnaron en los tribunales la anulación del programa bajo el concepto de que si la acción se mantenía, todos los beneficiarios “se convertirán en indocumentados” de inmediato y estarían “sujetos a la deportación”.
Con este fallo de la Corte Suprema, cientos de miles de inmigrantes se quedarán en un limbo legal, entre ellos los cubanos que llevan menos de 1 año en los Estados Unidos y que no han tenido el tiempo suficiente como para acogerse a la Ley de Ajuste.