Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: Cuba Noticias 360
Desde hace algunos meses, Cuba enfrenta una de sus peores crisis energética que ha sumido al país en apagones diarios de más de 20 horas –aunque el gobierno no lo reconozca así–, colapsos de infraestructura en las obsoletas termoeléctricas, en parte por la falta de combustible.
En ese contexto, una empresa energética australiana informó que a finales de junio de 2025 realizará la primera exportación de prueba con un crudo considerado de “alta calidad y más ligero que el habitual en la región”.
Sin embargo, cómo se explica entonces que un país con escasez de combustible decida vender petróleo al exterior dejando aún más desabastecida a la Isla, con una demanda interna de energía sin cubrir y un sistema eléctrico nacional con un déficit crónico.
Melbana Energy anunció que el crudo cubano, extraído en la provincia Matanzas, es producido de forma controlada desde mediados de abril y ya acumulan más de 15 000 barriles en almacenamiento.
La empresa, que opera en Cuba desde 2015 bajo un contrato de producción compartida, indicó que el petróleo difiere de otros cubanos con un alto grado de componentes pesados y la exportación servirá para evaluar la logística y calidad del producto, con miras a futuras ventas a mayor escala.
La contradicción aumenta si se tiene en cuenta que el crudo nacional empleado por las termoeléctricas tiene una carga dosis de químicos que provoca la acumulación de costras en las calderas y, por consiguiente, las constantes paradas para mantenimientos o hasta las habituales roturas.
Emplear ese combustible “de exportación” aliviaría (por así decirlo) los ciclos de vida útil de la principal fuente de generación térmica en Cuba, pero el gobierno decidió era prioridad su venta.
Una economía en busca de divisas, pero ¿a qué costo?
Esta no es la primera vez que Cuba exporta petróleo en medio de las crisis y deja desamparado a la generación eléctrica, incluso, a pesar de una disminución en la producción 138 028 toneladas por debajo de los indicadores por “falta de recursos materiales y financiamiento”, según medios estatales.
A pesar de las cifras negativas y de las persistentes carencias de combustible en la Isla, el gobierno cerró 2023 con exportaciones de crudo a India y China, este último como un mercado receptor en crecimiento y existen reportes de venta o intercambio de petróleo cubano por maquinaria industrial y comercialización en cantidades pequeñas a mercados de Centroamérica y el Caribe en un intento de convertir a la isla en un “hub” de refinación regional.
Estos antecedentes refuerzan la percepción de que Cuba ha utilizado sus limitadas reservas petroleras para fines políticos o comerciales, a menudo en detrimento del abastecimiento interno.
El caso actual de Melbana Energy representa una versión modernizada de esa misma estrategia, ahora bajo lógica de inversión extranjera donde el petróleo se va, pero la luz no llega.