Foto: RL Hevia
Texto: Raúl del Pino
En medio de la disputa de los últimos puestos para los playoffs de la III Liga Élite (LEBC), un nuevo capítulo de la telenovela de Cuba y su participación en las Series del Caribe ha irrumpido en el panorama beisbolero nacional.
Como mismo un mago de saca un conejo de la chistera, la Federación Cubana de Béisbol y Softbol publicó este miércoles un mensaje en su cuenta oficial de la red social X agradeciendo a la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe y a Venezuela, en su condición de sede, la invitación a la edición de 2026, pactada para Caracas del 30 de enero al 7 de febrero.
Pero el escueto comunicado del organismo rector beisbolero puede conducir a varias interpretaciones. La más lógica, por supuesto, es suponer que un representativo cubano asistirá al torneo del año próximo, aunque el hecho de que no se confirme de forma oficial también pudiese ser un indicativo de que las negociaciones no están cerradas.
A estas alturas, queda claro que la presencia cubana en este prestigioso y antiguo torneo, del cual la isla fue fundador en la década de 1950, tiene un fuerte componente extradeportivo, y el mero detalle de que los dos retornos previos se hayan producido cuando el evento se celebra en Venezuela, habla a las claras al respecto.
Cuando parecía que la puerta de la Serie del Caribe se cerró definitivamente para Cuba tras la justa de Gran Caracas 2023, a la que acudió el monarca de la I LEBC Agricultores, en febrero pasado el medio ESPN reveló que la Mayor de las Antillas se barajaba entre los posibles candidatos para el certamen del siguiente año que nuevamente regresaba al “hermano país” suramericano.
La reconocida cadena deportiva citó declaraciones del presidente de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, Giuseppe Palmisano, quien dijo haberse comunicado ya con las autoridades cubanas acerca de su posible participación, al tiempo que descartó que los temas políticos fueran un inconveniente.
Y como siempre sucede, la FCBS se tomó su tiempo para responder y dejó correr las polémicas y debates al respecto, hasta que dos semanas más tarde el mismo Juan Reinaldo Pérez Pardo anunció que Cuba no ha recibido todavía una invitación oficial, aunque aclaró que, “en caso de asistir”, lo haría el campeón de la III LEBC.
A partir de allí el tema cayó otra vez en el ostracismo por más de dos meses, y de repente, sin brindar más contexto o haber dado alguna pista en las conferencias de prensa que celebran los directivos de la pelota nacional con la prensa especializada cada semana, la FCBS se aparece con este anuncio, cuando menos, explosivo.
Un nuevo giro de guión para esta saga, que ahora volverá a ganar protagonismo mediático a la par del otro culebrón cuya trama la centra el equipo Cuba que en marzo de 2026 estará en el VI Clásico Mundial de Béisbol y del cual todavía se desconoce su timonel.
¿Regresará Cuba de forma definitiva a la Serie del Caribe? ¿Qué pasará con la Serie de las Américas, que nació precisamente para que los países defenestrados tuvieran su propio torneo? ¿Convocarán a los peloteros que irán al Clásico o irán jugadores que se desempeñen solo en la isla? Estas y muchas otras interrogantes quedan flotando en el aire.