Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: Archivo CN360
El monopolio estatal de telecomunicaciones reportó una interrupción técnica a las 8:00 a.m. de este miércoles. Sin plazo para restablecer el servicio, el descontento ciudadano crece.
Apenas amanecía en Cuba y ya el país estaba desconectado. Este miércoles 14 de mayo, la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) anunció una nueva interrupción en su red móvil.
Desde su comunicado oficial, la compañía atribuye la falla a problemas a “ciertas numeraciones”. Los técnicos, mientras tanto, están trabajando “ininterrumpidamente”, agregan. Pero no se informa una hora, ni un estimado, ni una promesa clara sobre cuándo regresará la normalidad.
Las redes sociales, una vez más, se convirtieron en canal de catarsis. Usuarios en La Habana, Camagüey, Holguín, Santiago y casi toda la Isla reportaron caídas del servicio. En X, las etiquetas #ETECSA y #Desconectados llegaron a ser tendencia nacional.
“Esto es el pan de cada día. Pero ya no es solo molesto: es insostenible. ¿Cómo se trabaja, cómo se estudia, cómo se vive así?”, se queja una contadora de 45 años, desde Santa Clara. Ella necesita conexión para acceder al sistema EnZona y enviar reportes fiscales. Hoy, no fue posible.
No es la primera vez que sucede. En los últimos seis meses, las interrupciones han sido frecuentes, sobre todo en horarios de alta demanda. Cada nuevo apagón digital pone en evidencia un sistema saturado, con poca capacidad de respuesta y aún menos transparencia comunicativa.
ETECSA pide calma. Pero los clientes, que pagan precios elevados por servicios inestables, pierden la paciencia. No hay compensaciones, no hay alertas previas, no hay explicaciones técnicas detalladas.
Lo preocupante no es solo el presente, sino lo que sucederá luego. Con cada nueva caída, se agrava la dependencia de una infraestructura frágil, sin competencia ni fiscalización real. Una falla como esta no solo afecta a quienes se comunican: interrumpe negocios, bloquea trámites, desconecta el flujo cotidiano.