Fotos: David López
Texto: Viviana Díaz
Esto no es otra apología de los médicos cubanos, aunque bien la merecen. Ni es tampoco una oda a la profesión que escogieron desempeñar: “Es su trabajo”, dicen algunos, y tienen razón.
Esto es un recordatorio gráfico de, precisamente, ese trabajo que realizan miles de galenos y nos mantiene a todos seguros, a pesar de las carencias, la falta de sueño y el cansancio de meses.
Esto es una evidencia de cómo, vicisitudes mediante, no faltan el tiempo para el optimismo sincero, el reconocimiento a los colegas, ni las ganas de trabajar, de seguir luchando contra una pandemia que nos tiene a todos exhaustos.
Esto no es otra apología de los médicos cubanos. Es, simplemente, un agradecimiento sempiterno a seres humanos que escogieron como trabajo salvar a otros sin escatimar riesgos ni sacrificios.